ÁFRICA/SUDÁFRICA - La Iglesia Católica a cargo de un programa internacional de ayuda a los enfermos de Sida

lunes, 8 febrero 2010

Johannesburgo (Agencia Fides) – “Este evento premia el esfuerzo y los resultados de la Iglesia Católica en el cuidado de la más vasta población del mundo golpeada por el virus VIH”, afirmó Ruth Stark, representante del CRS (Catholic Relief Services, la Caritas de los Estados Unidos) en Sudáfrica, durante una ceremonia desarrollada en Johannesburgo. El evento se refiere a la transferencia de la gestión del programa AIDSRelief, de manos del CRS a las de la Southern African Catholic Bishop’s Conference (SACBC, la conferencia episcopal que reúne a los Obispos de Sudáfrica, Botswana y Swazilandia).
AIDSRelief provee tratamiento y asistencia a más de 60 mil personas en los países del África austral, donde se registra la más alta incidencia de infecciones del virus VIH en el mundo. El programa está financiado por el President’s Emergency Plan for AIDS Reliefe (PEPFAR), cuyos fondos son enviados a Sudáfrica a través del CRS.
“Estamos orgullosos de las personas que trabajan en este campo, brindando atención a niños en el ámbito local. Es aquí que la dedicación y el esfuerzo de nuestro personal, especializado y no especializado, se muestra a la altura de increíbles retos, con frecuencia en circunstancias difíciles. Es el esfuerzo y el trabajo duro de estas personas lo que mantiene todo en pie”, afirmó Sor Alison Munro, responsable de la oficina AIDS de la SACBC.
En su intervención, Sor Alison recordó la historia de los últimos 10 años de la oficina AIDS de la Conferencia Episcopal del África austral, que tiene la tarea de coordinar los esfuerzos de la Iglesia Católica en Sudáfrica, Botwana y Swazilandia en favor de las personas afectadas por esta enfermedad. La religiosa destacó también que además del CRS, asisten a la Iglesia otros organismos como Cordaid (Holanda), Trocaire (Irlanda) y Cafod (Inglaterra y Gales).
El programa está dirigido sobre todo a niños y, aunque constituye una “gota en el océano”, como recordó Sor Alison, “su efecto de cascada es imposible de medir”. Gracias a la distribución gratuita de medicinas retrovirales, la mayor parte de las personas incluidas en el programa sobreviven y están en capacidad de vivir una existencia digna. (L.M.) (Agencia Fides 8/2/2010; líneas 27, palabras 369)


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