ASIA/INDIA - Un “Libro Blanco” sobre la violencia para traer reconciliación y justicia a Orissa, es el llamado que hace el Arzobispo de Bhubaneswar a través de Fides

sábado, 6 febrero 2010

Bhubaneswar (Agencia Fides) – El gobierno debería realizar un “Libro Blanco” sobre la situación de Orissa, para poder afrontar y resolver “con neutralidad y transparencia” cuestiones como los refugiados, la devolución de las tierras y el derecho a una vida pacífica. Es el llamado realizado a través de la Agencia Fides por S.E.R. Mons. Raphael Cheenath, Arzobispo de Bhubaneswar, diócesis víctima de la violencia anticristiana en agosto del 2008.
El Arzobispo hizo este llamado después de la visita de una delegación de representantes de la Unión Europea que estuvieron en el distrito de Kandhamal, teatro de la violencia.
“A pesar de lo que afirman los administradores, la dignidad y los derechos humanos de los cristianos víctimas de la violencia del 2008 aún están muy lejos de un mínimo de normalidad. Después de quince meses de la violencia, millares de prófugos viven aún en la calle, en refugios provisorios y sin esperanza de retomar una vida digna, expuestos a continuas amenazas” señala a Fides el Arzobispo.
“Queremos una paz y una reconciliación duradera para Orissa, posible sólo a través de una justicia transparente. Es decir, permitiendo que los refugiados regresen a sus propias casas”, explica Mons. Cheenath. “Nos oponemos a una segregación del distrito de Kandhamal”.
El Arzobispo denunció la incapacidad del gobierno local para llevar adelante una investigación neutra y transparente que garantice los derechos de la gente que ha sido expulsada de su casa. Al mismo tiempo aseguró el compromiso de la Iglesia católica en la asistencia y rehabilitación de los refugiados. “Nos estamos acercando a la temporada de los monzones y sus condiciones de vida podrían verse ulteriormente deterioradas. Sería un desastre humanitario”, afirmó el Arzobispo alarmado.
Después de la violencia del 2008 las familias de refugiados eran una 11mil, es decir unas 54 mil personas. De estas, 1,200 han dejado la zona para transferirse a otros estados de la India. En este momento unas 6,000 familias viven como pueden, en barracas de las periferias de Bhubaneswar, la capital de Orissa; unas 300 familias viven aún en los campos de refugiados predispuestos por el gobierno en el distrito de Kandhamal, mientras que otras 4,440 familias viven en carpas o en refugios improvisados en varias ciudades y pueblos del estado. Sólo 1,100 familias han recibido una mínima asistencia humanitaria por parte del gobierno o de las ONG. La Iglesia está haciendo todo lo posible y ha ayudado a reconstruir unas 2,500 casas, pero es aún muy poco en relación a la obra humanitaria y de reconstrucción que se tiene que hacer.
Muchos refugiados han tratado de regresar a sus casas, pero han recibido amenazas e intimidaciones por parte de los extremistas hindúes que se han apropiado de las mismas con violencia, con la absoluta indiferencia de las autoridades civiles del lugar.
“El camino de la justicia es fundamental” afirma Mons. Cheenath. “En este momento los culpables de la violencia y de los asesinatos siguen libres, a pesar de la deposición de testigos oculares, mientras que muchos imputados han sido absueltos. Pedimos una Investigación Especial sobre los hechos de Kandhamal”, agregó el Arzobispo.
Los puntos fundamentales que tendrían que ser incluidos en el “Libro Blanco” sobre Orissa son, según el Prelado: una compensación debida por las propiedades destruidas; la ocupación y el derecho al trabajo; la cuestión de la tierra, que continua a ser el primer factor de sobrevivencia para las familias de la zona. “Pisoteando el derecho a la tierra, se les niegas a estas familias su sustentamiento básico, además de la instrucción y de la atención médica”. (PA) (Agencia Fides 6/2/2010 – líneas: 44 palabras 616)


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