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Kinshasa (Agencia Fides)- El inicio de una nueva ofensiva militar en el norte y sur de Kivu (este de la República Democrática del Congo) contra las Fuerzas Democráticas de Liberación del Ruanda suscita diversos interrogativos por parte de los misioneros de la Red “Paz para el Congo”. Una nota enviada a Agencia Fides por la Red evidencia que “las autoridades militares han anunciado el fin de la operación militar Kimya II (ver Fides 19/11/2009) conducida contra las FDLR y el inicio de una nueva operación denominada Amani leo (“La paz ahora”, en suajili). Ambas informaciones que suscitan algunas preguntas”.
“Si, según las declaraciones oficiales, Kimya II ha sido un éxito por haber alcanzado sus objetivos, ¿por qué ha sido interrumpida y no se ha continuado?” se preguntan los misioneros. Tal vez porque las declaraciones oficiales, altamente positivas, no corresponden a la realidad y han sido contradichas por el último reporte del Grupo de Expertos de la ONU para la RDC y por diversas asociaciones para derechos humanos que han afirmado claramente el fracaso de Kimya II, en efecto no solo no ha logrado desarmar y despatriar un número significativo de rebeldes ruandeses, sino que tampoco ha logrado desarmar la estructura local de mando y ha impedirles el retorno a ciertas zonas mineras de las que habían sido alejados. A estos fracasos se ha agregado el empeoramiento de la crisis humanitaria a causa de los “efectos colaterales” de la operación: personas civiles asesinadas, aldeas incendiadas, violencias sexuales, robos, prófugos, …”
Según la Red “Paz para el Congo” la nueva operación anunciada, Amani leo, “no deja de presagiar nada diverso, visto que no ha habido cambio alguno de personas en la dirección. Se afirma, sin embargo, que será menos ofensiva y más defensiva respecto a Kimya II. ¿Tal vez se ha entendido que el mejor modo para combatir los ataques de las FDLR es el de reducir la presión militar y el aumentar las posibilidades de diálogo político y de negociaciones? Es lo que se espera. Por otro lado, las operaciones militares contra las FDLR han servido sobre todo a desviar la atención de la opinión pública, nacional e internacional, de los grandes problemas de la región de los Grandes Lagos Africanos: el comercio ilegal de los recursos mineros, la falta de democracia y la deriva dictatorial, las violaciones de los derechos humanos, la falta de respeto de la soberanía nacional y de la intangibilidad de las fronteras, los intentos de expansionismo y de hegemonía, la corrupción, la impunidad, las cuestiones de los salarios”, dicen los misioneros. (L.M.) (Agencia Fides 6/2/2010; líneas 30, palabras 441)
