ÁFRICA/CONGO RD - “La mina de oro de Mongbwalu debe ser una oportunidad de desarrollo para la población local”, afirma un reporte de una ONG católica

viernes, 29 enero 2010

Kinshasa (Agencia Fides)- “¿Una oportunidad de oro o una falsa esperanza?”, es este el título del reporte presentado por la CAFOD (Catholic Agency For Overseas Development, agencia de desarrollo promovida por la Iglesia católica de Inglaterra y Gales) sobre la inminente apertura de una mina de oro dirigida por una multinacional sudafricana, en Mongbwalu, en Ituri, al este de la República Democrática del Congo(RDC). El documento ha sido realizado con el aporte, entre otros, de don Alfred Buju, responsable de la Comisión “Justicia y Paz” de la diócesis de Bunia.
El reporte prevé un nuevo crecimiento de la demanda mundial de metales, tras la pausa provocada por la crisis financiera mundial. Esto, destaca el documento, tienes aspectos positivos (creación de puestos de trabajo, incremento de ingresos estatales, transferencia de competencias técnica), pero también negativos (contaminación, división social) sobre todo en países como la RDC, incapaces de “regular el comportamiento de las sociedades transnacionales que operan en su territorio”.
En consecuencia, “comunidades pobres del mundo entero tienen que vivir junto a las compañías más potentes del planeta a causa de la actividad minera. Hacer que se escuche la voz de estas comunidades es una empresa ardua”, afirma el reporte.
También en el caso de la estipulación del contrato para la minera, la población local no ha sido involucrada para nada. “Mongbwalu está marcada por la pobreza y por la desocupación y tiene desesperadamente necesidad del desarrollo. Las expectativas de la comunidad local sobre posibles beneficios de la minera son muy altas. Estamos preocupados de que la minera emplee un número relativamente pequeño de trabajadores, muchos ya especializados, con las consecuentes pocas oportunidades de trabajo para la población local”, afirma el documento. Surgen además fuertes preocupaciones por los daños al ambiente derivados de las actividades extractivas (“entre las que más contaminan en el mundo” según el documento) que prevén el uso de sustancias tóxicas, como el cianuro, y la producción de vastos depósitos de basura.
El reporte propone una serie de medidas a las cuales atenerse para reducir el impacto ambiental, para crear oportunidades de trabajo y reinvertir una parte de las ganancias en el desarrollo de la economía local. (L.M.) (Agencia Fides 29/1/2010; líneas 28, palabras 388)


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