AMERICA/HAITI - Una carta del misionero p. Anistus: “las lágrimas de la impotencia ante una devastación apocalíptica”

jueves, 28 enero 2010

Port au Prince (Agencia Fides) – “Querido Doctor Alvelo, gracias por escribirme un correo electrónico, pero sobre todo por ayudarme a secar las lágrimas de la impotencia ante una devastación apocalíptica. Su presencia, junto con todo el equipo de AMAR, me ha colmado de alegría, porque habéis llegado a donde nadie había llegado, nadie, ni siquiera las cámaras de la CNN. Vosotros sois los primeros y hasta ahora los únicos en llegar a Nazon / Coquillot para ayudar a los heridos y a los que estaban esperando la muerte o la fortuna. Con vosotros ha llegado la fortuna”
Así comienza la carta - también enviada a la Agencia Fides - que P. Anistus Chima, cmf, misionero Claretiano que trabaja en Puerto Príncipe, escribe al Dr. Alvelo, que junto al equipo de AMAR ha ido a Nazon. AMAR (Alianza de Médicos al Rescate) reúne a un grupo de médicos en una misión médica internacional de emergencia, que había trabajado en Haití antes del terremoto del 12 de enero y que ahora han llegado en algunas zonas donde todavía nadie había ido a presentar las primeras ayudas.
Según informa la prensa internacional “Nazon es un barrio que se extiende a lo largo de una carretera irregular, que alberga la pila más importante y extensa de cadáveres al aire libre de la capital haitiana. El barrio estaba habitado por gente de clase media local, familias de trabajadores que se distinguen de los barrios pobres porque pueden trabajar, aunque ocasionalmente, y así no estar obligados a mendigar para poder comer”.
Aquí llegaron los médicos de AMAR, y desde allí envían su testimonio: “Hemos llegado a donde teníamos que llegar, es decir, donde nos lleva Jesús para encontrar a los más necesitados de la carretera, en la tristeza y la alegría de dar un abrazo de solidaridad, un regalo de salud y de amor a nuestros hermanos en Haití”. Escribe el Dr. Alvelo invitando a ver las fotos que han metido en la red para ilustrar la situación y llamar a la solidaridad cristiana. (CE) (Agencia Fides, 28/01/2010)


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