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Viena (Agencia Fides) – A dos semanas del terremoto de Haití todavía llegan imágenes dramáticas de devastación de las zonas afectadas: a los pequeños milagros de rescate se contraponen números crecientes de víctimas y las dramáticas consecuencias de las sacudidas de asentamiento. Del país destruido un joven haitiano, Richard, ha dirigido un apelo a las Obras Misioneras Pontificias de Austria (Missio Austria): “Desde que mi país se ha hundido en el caos el 12 de enero, en solo 5 segundos de duración del terremoto he visto destruidas décadas de trabajo. Se ha derrumbado también la esperanza: no hay dinero, ni trabajo, ni casas para decenas de millares de personas, ni agua, ni comida, ni corriente… No sabia que las sacudidas de asentamiento pudieran ser tan fuertes: duermo toda la noche con el latido del corazón acelerado y cuando me duermo y la tierra tiembla, se me para la respiración”. A pesar de la desesperada situación, Richard cree en la fuerza de la oración: “La oración me da fuerza y confianza. “Os ruego acordaros de Haití en vuestras oraciones. Pido a los fieles de todo el mundo que recen cada 12 del mes por Haití. No lo olvidéis, ¡es muy importante!”.
El Director nacional de las Obras Misioneras Pontificias en Austria, P. Leo Maasburg, en una nota enviada a la Agencia Fides, afirma: “Acogemos de buena gana este conmovedor apelo e invitamos a todos a sumarse a la oración. En las horas más oscuras la oración es una 'ayuda espiritual instantánea' y da luz, esperanza, consuelo y solidaridad”. El Director nacional agradece también a todos los que han contribuido en los últimos días, con sus donaciones y a través de las colectas por Haití efectuadas en las parroquias de todo el país, a hacer posible el envío de ayudas de emergencia a las personas afectadas por el terremoto. (MS) (Agencia Fides, 28/01/2010)
