AMÉRICA/MÉXICO - La legalización de las drogas no resuelve el tráfico de droga ni la violencia

sábado, 23 enero 2010

Acapulco (Agencia Fides) – El Arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), el Card. Oscar Rodríguez Maradiaga, el Obispo de Orizaba (México), Mons. Marcelino Hernández y el Arzobispo de Acapulco (México), Mons. Felipe Aguirre Franco, están de acuerdo en señalar que es necesario combatir directamente el problema de la droga con una estrategia conjunta que vaya mucho más allá del simple uso de la fuerza. Durante un encuentro con la prensa, convocado por los representantes del Episcopado porque en México se está discutiendo a nivel político la legalización de la marihuana y de otras drogas con el fin de reducir el tráfico de droga, el Card. Rodríguez Maradiaga afirmó que el narcotráfico es el cáncer de América Latina y que su desarrollo ha comportado ingentes daños a los distintos países en que es activo. Junto con esta plaga citó los “narco-negocios” que reciclan el dinero sucio que viene de dichas actividades, propagando la corrupción moral y turban la jerarquía de los valores, originando una gran confusión entre los niños y los jóvenes. En una situación de este tipo, destacó el Cardenal, la legalización de las drogas no es la solución para poner fin a este flagelo. Como ha sido confirmado en países donde el consumo ha sido autorizado, se ha verificado el efecto contrario, es decir, ha aumentado considerablemente el número de las personas involucradas.
“Se llega a una frustración de la juventud y los jóvenes mueren. En cambio deben combatir con todas las fuerzas posibles y no ceder a esta plaga – dijo el Card. Oscar Rodríguez Maradiaga –. En México están combatiendo muy duramente, la cosa es difícil, es una guerra, pero no deben renunciar, porque si se abandonan no habrá futuro para los jóvenes, ni para los valores que deben fortalecer a la familia”. El Cardenal reconoció que el clima de violencia que se vive en todo el mundo ha obligado a la sociedad a callar, porque cualquier tentativo de denuncia es precedido por una serie de amenazas, y reveló que también él ha sido amenazado. “Hoy denunciar estas cosas significa comprometerse, pero es nuestro deber, porque esta plaga tiene la capacidad de eliminar a todo un país”, añadió el Cardenal. Los Obispos mexicanos que intervinieron en el encuentro, hablaron de los derechos de los ciudadanos y de la libertad religiosa, pero concordaron en todo con el Card. Rodríguez Maradiaga. (CE) (Agencia Fides, 23/01/2010; líneas 26 palabras 389)


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