AMÉRICA/MÉXICO - Insultos y violentas críticas contra los Obispos mexicanos, unidos en defensa de la familia y del matrimonio

lunes, 11 enero 2010

Ciudad de México (Agencia Fides) – La Ciudad de México se ha convertido en la primera ciudad de América Latina en legalizar los matrimonios homosexuales. La ley aprobada la vigilia de Navidad es más radical de la del 2006, que permitía la unión civil entre parejas del mismo sexo, concediendo a estas últimas los mismos beneficios financieros concedidos a las parejas heterosexuales. Con el voto favorable del parlamento las parejas homosexuales también podrán adoptar niños.
Ante el debate que se ha generado en México a raíz de la equiparación de las uniones homosexuales al matrimonio, la Conferencia Episcopal Mexicana ha alzado su voz en defensa del verdadero matrimonio, entre un hombre y una mujer. El Secretario General del Episcopado, Mons. Víctor Rene Rodríguez afirmó que los Obispos expresan su apoyo al Arzobispo de México, el Cardenal Norberto Rivera, y a “toda iniciativa que la Arquidiócesis de México lleve a cabo en relación a este tema, causa de controversia en la sociedad y en el seno familiar”. La institución familiar es la responsable de procrear y propiciar que los niños tengan el referente de un padre y una madre para su educación y desarrollo como personas. En ese sentido, los Obispos de distintos estados mexicanos expresaron su solidariedad al Cardenal Rivera Carrera por haberse pronunciado en defensa de los principios de la familia y de los derechos de los menores.
El Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, dijo que la aprobación de las uniones homosexuales es deplorable. Respecto a la posibilidad de adoptar niños, remarcó que “es la cosa más absurda, porque compromete gravemente al niño adoptado, en cuanto distorsiona totalmente su capacidad de forjar su identidad”.
La arquidiócesis de México ha denunciado públicamente las violentas críticas recibidas por diversos sectores anti católicos por haber defendido la familia: “los insultos y las acusaciones contra la Iglesia Católica y sus ministros se han multiplicado en estos días, no sólo en las expresiones de algunos políticos del Distrito Federal, sino también entre muchos analistas y comentadores de los medios de comunicación, quienes han expresado el grado de intolerancia al que hemos llegado en México”. (CE) (Agencia Fides 11/01/2010 líneas 26, palabras 352)


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