ÁFRICA/MADAGASCAR - El Cardenal Razafindratandra, “un príncipe de la Iglesia que amaba a los pobres y vivía como ellos”

lunes, 11 enero 2010

Antananarivo (Agencia Fides) – “El Cardenal era la autoridad moral de la nación malgache, reconocido por todos, incluso por los no católicos”, declara a Agencia Fides el P. Cósimo Alvati, salesiano con una larga experiencia en Madagascar, donde fundó Radio Don Bosco en recuerdo de Su Eminencia el Cardenal Armand Gaetan Razafindratandra, Arzobispo Emérito de Antananarivo, fallecido el 9 de enero en el hospital de Androva. “Esta autoridad deriva del hecho de que el Cardenal había nacido en una familia principesca del país, una nobleza “civil” a la que se había agregado el título de “príncipe de la Iglesia” con su nombramiento como Cardenal. En este sentido el Cardenal Razafindratandra era un verdadero y propio Ray-Aman-Dreny, título que se atribuye a los padres, pero también a las autoridades civiles y religiosas. Un Ray-Aman-Drany ejercita un rol de guía moral y al mismo tiempo cuida de las personas confiadas a él, ya se trate de sus hijos o de la misma población.
“El Cardenal Razafindratandra, ha tenido siempre una particular atención y sensibilidad frente a los más pobres. Su autoridad moral derivaba también de su estilo de vida y del ejemplo que ofrecía. En varias ocasiones tuve la oportunidad de encontrarlo cuando era Arzobispo de la capital, Antananarivo, y siempre quedaba sorprendido y edificado por su estilo de vida simple y sobrio: un estudio con un dormitorio anexo, una simple sotana, comidas frugales. El Cardenal era un príncipe que vivía como la mayor parte de sus compatriotas, en la simplicidad y en la frugalidad”, recuerda el P. Cósimo.
“La autoridad moral del Cardenal, que derivaba de su estilo de vida, más que de su nobleza de origen, era reconocida por todos, incluso por los Jefes de Estado que han gobernado en la isla, motivo por el cual fue durante varios años Presidente del Consejo Cristiano de las Iglesias, organismo que agrupa a las principales confesiones cristianas de Madagascar”, recuerda el P. Cósimo.
“La gran caridad y sensibilidad pastoral del Cardenal era ya famosa cuando era Obispo de Mahajanga. Era famoso por sus visitas a los rincones más perdidos y olvidados de su diócesis, no pocas veces con largas peregrinaciones a pie y en canoa, que duraban varios días por la ausencia de vías de acceso. También sus últimos años de vida, luego de haber dejado la guía de la Arquidiócesis de Antananarivo, demuestran su particular sensibilidad frente a los más humildes. El Cardenal, en efecto, decidió vivir en Besalampy, una de las zonas más pobres de Madagascar, donde continuó hasta el final su actividad pastoral y de promoción humana”. En Besalampy, el Cardenal había creado una colonia de vacaciones para los niños pobres.
“A su visión de futuro pastoral se atribuye además el proyecto ReseauSat, para crear una red de radios católicas sobre el entero territorio malgacho. El Cardenal, quien contribuyó al nacimiento en 1994 de Radio Don Bosco de Antananarivo, desempeñó un rol decisivo al convencer a los Obispos del País para unir las radios diocesanas de Madagascar a través de una red vía satélite para difundir una serie de programas comunes de evangelización”, afirma el P. Alvati.
Los funerales del Cardenal Razafindratandra se tendrán el 15 de enero. (L.M.) (Agencia Fides 11/1/2010; líneas 39, palabras 545)


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