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San Francisco (Agencia Fides) – “La Navidad es la fiesta del Nacimiento de Jesús. Navidad es celebrar la vida, regalo precioso de Dios. Esa Vida tiene un nombre propio, es fundamento de toda vida, es una persona: Jesús. Ante el pesebre vuelven a mi corazón las palabras del lema de Aparecida: ‘Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida’”. Es lo que afirma el Obispo de San Francisco, Mons. José Carlos Tissera, quien observa que “tanto los pesebres vivientes, como los que armamos en nuestras casas y parroquias, los afiches y adornos, los cánticos, conciertos y oraciones nos ponen en presencia de ese Niño Jesús, nuestro Salvador”.
“Quizás lo hacemos con una mirada de fe – prosigue el Obispo –, y un corazón agradecido y lleno de ternura. Y, por qué no, con la admiración de aquellos pastores de Belén y el silencio contemplativo de María y José... Pero quizás no sea así, desgraciadamente, quedándonos en el transcurrir de unos días de compra y de venta, de comidas y paseos, a los que nos tiene acostumbrado la sociedad de consumo en la que estamos inmersos”.
Mons. Tissera ha citado el mensaje de Benedicto XVI a los Obispos reunidos en Aparecida, en Brasil, para recordar que “a las puertas del Bicentenario, con los ojos fijos en el Niño Jesús, Señor de la historia, nos reconocemos sus discípulos y misioneros”. “Queremos renovar nuestro entusiasmo misionero – continúa –, marchando hacia la celebración de los 50 años de nuestra diócesis de San Francisco; caminando la última etapa del Plan Pastoral Diocesano, con sus dos grandes ejes: hacer que la Iglesia sea ‘una casa y escuela de comunión’, y cultivar una espiritualidad para la misión”. Por último, Mons. Tissera retoma un párrafo del mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina: “Somos hermanos. Queremos ser Nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”. (CE) (Agencia Fides 23/12/2009; líneas 21 palabras 320)
