AMÉRICA/BOLIVIA - La Misión inicia con los marginados y los abandonados, como cuando nace Jesús

lunes, 21 diciembre 2009

Cochabamba (Agencia Fides) – El Arzobispo de Cochabamba (Bolivia), S.E.R. Mons. Tito Solari, envió a la Agencia Fides una reflexión personal sobre la Navidad, que publicamos a continuación.
¿Qué nos regala la Navidad? Recorriendo las calles de la ciudad, nos impresionan las luces y los adornos de todas las tiendas. Hay extraordinarias ofertas. Mil cosas se nos presentan como “regalos”. Los niños y los mayores corren tras de la felicidad. Efectivamente Navidad es un tiempo mágico. Recoge el anhelo del corazón humano de ser feliz, de alcanzar un mundo nuevo, lleno de paz, de amor y de gozo. Por esto las autoridades responden con el embellecimiento de la ciudad. Los papás preparan regalos para los hijos y las familias se unen para compartir, mientras los jóvenes y las señoritas animan la fiesta.
En un lugar escogido de la casa está preparado el Nacimiento. Ahí la joven Virgen mira al Divino Niño recostado en la cuna. Nosotros de puntillas nos acercamos a este Nacimiento y nos detenemos un rato a contemplar. Nuestro espíritu está confundido. Esa noche – la que llamamos la noche santa – casi nadie tomó en cuenta a ese Niño. Sólo unos humildes pastores, avisados por unos ángeles, fueron a ver al Niño y lo encontraron recostado en un pesebre.
Jesús, tú has querido ser como nosotros. Siendo Dios, te has rebajado para asumir nuestra naturaleza humana. Tanto nos amas! Aún más. Tú has elegido nacer sin casa, marginado, desconocido, el más pequeño, el último, el don nadie. Así tú te has hecho igual a cada uno de los últimos, de los marginados y de los abandonados. Para que nadie se sienta desgraciado y solo.
Tú nos enseñas que también nuestra vida nueva empieza cuando nos rebajamos ante nuestros hermanos y llegamos a un profundo anonadamiento de nuestro espíritu.
Tú nos muestras cómo ha empezado la misión de Jesús, es decir de la pobreza, de la humildad, de la nada. Y todo esto cabalmente para remediar el pecado de Adam, que quería ser como Dios. Mons. Tito Solari C., Arzobispo di Cochabamba”. (CE) (Agenzia Fides, 21/12/2009 líneas 23, palabras 342)


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