ÁFRICA/SUDÁN - “La situación política en nuestro país ha llegado a una fase crucial y decisiva”, afirman los Obispos de Sudán en el comunicado final de su Asamblea Plenaria

sábado, 19 diciembre 2009

Torit (Agencia Fides) – Al final de su Asamblea plenaria, realizada en Torit, del 5 al 15 de diciembre, los Obispos de Sudán han publicado un documento dirigido a los cristianos, líderes políticos y todos los hombres de buena voluntad titulado “Por una paz justa y duradera”, en que afirman haber reflexionado durante el encuentro sobre la actual situación del país y su tarea como líderes espirituales.
“La situación política en nuestro país ha llegado a una fase crucial y decisiva”, escriben los Obispos en el comunicado enviado a Fides, destacando la urgencia de dar realización a algunos de los puntos clave previstos por el CPA (Comprehensive Peace Agreement), para no suscitar sentimientos de miedo o ansia en la población. Sobre las elecciones nacionales y el rol de la sociedad civil, los Obispos recordando que el “CPA es un mapa válido y relevante para una paz justa y duradera en Sudán” y reafirman la expresión del voto como “un fundamental derecho de los ciudadanos sudaneses”, a ser ejercitado en libertad y en transparencia. Lamentablemente la falta de una adecuada formación cívica de los votantes en vistas a las elecciones del 2010 ha hecho que muchos perdieran su derecho a registrarse. A cuantos se han registrado, los Obispos aconsejan “estar vigilantes y ejercitar su derecho constitucional al voto”.
Sobre el referéndum para la autodeterminación del pueblo del Sur de Sudán, establecido para el 2011, los Obispos lamentan que la demora en la promulgación de las normas referendarias y de la toma de poder de la Comisión del referéndum “son motivo de gran preocupación para todos los sudaneses”. Exhortan la asamblea legislativa nacional a acelerar el proceso referendario y a todos los sudaneses a “ser vigilantes y no dejar espacio a cuantos puedan llevar al país hacia atrás, hacia la guerra”.
Los Obispos recuerdan dos recientes trágicos periodos de guerra (1955 a 1972, con 1,6 millones de muertos, y del 1983 al 2005, con 2 millones y medio de muertos y 4 millones de refugiados), las trágicas devastaciones de infraestructuras y del ambiente, para resaltar que “la guerra es un mal y no podemos aceptar algún regreso a esta”. El periodo del ínterin ha llevado a la estabilidad y desarrollo, por ello todos están invitados a rechazar la guerra, cuidar la paz y encontrar los medios pacíficos para resolver las cuestiones pendientes.
Con gran preocupación los Obispos recuerdan que desde el inicio del 2008, el aumento de las violencias étnica, que no parecen ser episodios aislados sino parte de una campaña organizada por los enemigos de la paz para desestabilizar el país; solicitan tanto a quienes realizan estos crímenes como a las víctimas “a denunciar los homicidios sin motivo, buscar la reconciliación y el respeto de la vida humana”. Una invitación a retomar el diálogo de paz es también dirigido al gobierno de Uganda y los representantes del LRA (Lord Resistance Army), tras las agresiones verificadas en los estados de Equatoria occidental y de Bhar el Ghazal occidental.
Tras haber invitado al Gobierno de unidad nacional a traducir en práctica cuanto establecido por el CPA, los Obispos piden a los gobernantes ser diligentes en la práctica del buen gobierno y en la aplicación de la ley: “gobernar significa servir honestamente y asegurar el bienestar de las personas que son confiadas a nuestros cuidados. El justo reforzamiento de la ley y del orden es una tarea primaria del gobierno y de los líderes de la comunidad”.
Un llamado también es dirigido a los líderes religiosos, cristianos y musulmanes: “juntos reforcemos el dialogo cual medio para hacer frente a los escenarios negativos emergentes en el país, debidos a la situación corriente, y transformarlos en elementos de paz”. A la comunidad internacional se le ha pedido intervenir para que el gobierno de Khartoum resuelva pacíficamente la situación del Darfur y realice cuanto previsto por el CPA, en cuanto “el Sudán parece encontrarse en terreno inestables” y a asistir a los prófugos internos y externos dado que la falta de lluvias y las incursiones del LRA han causado una crisis humanitaria.
El documento concluye con un llamado a la oración, en este periodo de Adviento, que es tiempo de conversión a la espera del nacimiento de Jesús, Príncipe de la Paz: “estamos unidos en la oración por la paz, la armonía y la justicia. Oremos por una paz justa y duradera en Sudán. Sobre todo al acercarse la Navidad, empeñémonos en ser constructores de paz”. (SL) (Agencia Fides 19/12/2009; líneas 52, palabras 765)


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