ÁFRICA/KENYA - Asesinado en Kenia un misionero irlandés, activo promotor de diversos proyectos de desarrollo. Hacía poco había finalizado la construcción de una nueva iglesia

sábado, 12 diciembre 2009

Nairobi (Agencia Fides) - “La muerte del P. Jeremiah Roche ha suscitado vivas emociones en su comunidad y en su tierra de origen, Irlanda, donde los periódicos han resaltado la noticia de su asesinato”, dice a Fides el P. Cooney, de la Curia Generalicia de la Sociedad de San Patricio para las Misiones Extranjeras. P. Roche fue asesinado en la noche del 10 de diciembre por algunos desconocidos que entraron en su casa en Kericho, a 250 kilómetros de Nairobi.
El cuerpo del misionario fue cubierto por algunos parroquianos alarmados por el hecho que P. Roche no se presentó para celebrar la Misa de las 6 de la mañana. El misionero estaba en su cama con las manos amarradas y con heridas de machete en la cabeza.
El Primer Ministro irlandés Brian Cowen pidió a las autoridades kenianas una investigación profunda sobre la muerte de P. Roche. El Ministro del Exterior Micheál Martin está en contacto con la familia de P. Roche presentando las condolencias del gobierno y ofreciendo asistencia. “La muerte de P. Roche es un ulterior terrible promemoria de las amenazas que deben afrontar nuestros misioneros y nuestros operadores humanitarios en el mundo”, afirmó el Ministro. También la Presidente Mary McAleese envió un mensaje de condolencia: “Nuestros pensamientos y nuestras oraciones están dirigidas a la familia de P. Roche frente a esta triste pérdida”.
P. Roche prestaba servicio en Kenia desde 1968, y hacía poco tiempo había terminado una nueva iglesia.”P. Roche había promovido diversos proyectos de desarrollo, gracias también a su incesante actividad de recoger fondos, apoyada por su familia. Cuando visitaba a sus 10 entre hermanos y hermanas, además de los sobrinos que viven tanto en Irlanda como en los Estados Unidos, P. Roche nunca regresaba con manos vacías”, dice a Fides P. Cooney. “Probablemente algunos jóvenes del lugar, como narró el comandante de la policía local, un buen amigo de P. Roche, habrán pensado que el misionero poseía tal vez algún tesoro, introduciéndose así en su casa para robarlo, episodio que tuvo un trágico desenlace”. (L.M.) (Agencia Fides 12/12/2009; líneas 25, palabras 365)


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