ÁFRICA/CONGO RD - Otra crisis al noroeste del Congo amenaza la estabilidad del país

viernes, 11 diciembre 2009

Kinshasa (Agenzia Fides)- ¿Se ha abierto un nuevo frente de guerra en la República Democrática del Congo? Se preguntan los medios de comunicación congoleños y los observadores internacionales mientras continúan a llegar noticias inciertas y contradictorias de Dongo, al noroeste de la RDC. Desde fines de octubre está zona sufría graves desordenes, inicialmente descritos como enfrentamientos inter-comunitarios por el control de algunos bancos de pesca. El hecho de que un helicóptero de la MONUC (Misión de las Naciones Unidas en Congo) sea estado blanco de armas de fuego (una “arma pesada” precisó un portavoz de la ONU) hace pensar que en esa zona se este realizando un intento por desestabilizar el país. El episodio se verificó el 26 de noviembre cuando un helicóptero de la MONUC, oficialmente en misión humanitaria, fue alcanzado por algunos proyectiles mientras sobrevolaba Dongo. Cinco de las 25 personas que del velívolo fueron heridas. En Internet apareció un comunicado de un grupo que se define “patriotas-resistentes”, un indicio de que la crisis en Dongo es más grave que un simple conflicto inter-comunitario. El gobierno de Kinshasa ha enviado refuerzos militares y policiales a dicha zona, a los que se sumarán 600 hombres de un batallón de comandos, adestrados por instructores belgas. La MONUC anunció que le dará apoyo logístico al ejército congoleño.
“También en Kivu y en Ituri la guerra comenzó así” afirma una editorial del cotidiano “Potentiel”, recordando las crisis que afectaron las dos provincias al este del país. Fueron presentadas en un primer momento como enfrentamientos locales (especialmente en Ituri) pero las dos crisis eran bastante más complejas por la mezcla de intereses políticos, económicos y criminales con ramificaciones internacionales muy vastas.
La crisis en Dongo involucra también a la vecina República del Congo (conocida como Congo Brazzaville), donde se han refugiado más de 77 mil civiles huyendo de la violencia, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (UNHCR). Más de 38 mil personas se han refugiado en varias localidades en una franja de 160 kilómetros a las orillas del río Oubangui. El Programa Mundial de Alimentos envió el 8 de diciembre 300 toneladas de víveres con un barco que remontó el río. Sin embargo, el nivel del agua del río está bajando y se teme que después del 15 de diciembre el Oubangui no se pueda navegar, dejando a las organizaciones humanitarias sin la única vía para transportar la ayuda. (L.M.) )(Agencia Fides 11/12/2009 – Líneas: 29, Palabras: 414)


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