ASIA/SRI LANKA - Libertad para los refugiados tamil, pero sigue presente el riesgo de los campos minados

sábado, 5 diciembre 2009

Colombo (Agencia Fides) – Ha sido acogida positivamente por la comunidad internacional la disposición del gobierno de Colombo que permite la libertad de movimiento de por lo menos 136,000 refugiados tamil, víctimas del conflicto civil concluido hace pocos meses, recluidos en 20 campos de prófugos al norte del país, en particular en las localidades de Vavuniya, Mannar, Jaffna y Trincomalee.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiado (ACNUR) acogió favorablemente la decisión, al igual que varios gobiernos de países occidentales y europeos, así como todas las Organizaciones no gubernamentales que trabajan en la región. También la Iglesia católica, comprometida con la reconciliación y con el servicio social humanitario, expresó sus buenos deseos y esperanzas.
Los refugiados internos que quieran dejar los campos recibirán un pase emitido por las autoridades locales. El pase será también una forma de identificación para aquellos que no tengan el documento nacional de identidad. Las autoridades afirman que no existen límites de tiempo para la libertad de movimiento concedida, aunque algunos informes afirman que a los refugiados sólo se les permite dejar los campos por un máximo de diez días. Además, se calcula que mucos de estos regresarán a sus propias localidades de origen en los próximos días o semanas según el plan de repatriación organizado por el gobierno.
Los voluntarios del ACNUR presentes en el lugar refieren que las personas por lo general están contentas de poder regresar a sus lugares de origen, en lo que los servicios básicos, como las clínicas y las escuelas, están volviendo a funcionar. Todos esperan que, con el paso de las semanas, los obstáculos burocráticos puedan ser superados de manera que se asegure a los refugiados internos la posibilidad de ejercitar sus derechos y la plena libertad de movimiento.
Después del anuncio de esta decisión, la Iglesia manifestó una fundada preocupación: que la libertad no se transforme en un “camino breve hacía la muerte”. Ya que permanece el viejo problema de los campos minados, residuos de los años del conflicto civil. Es pues necesario que el proceso de eliminación de minas logre mantener el ritmo de los elevados índices de repatriación y que a los refugiados internos se les permite regresar sólo a zonas ya limpias, o donde las zonas minadas estén claramente delimitadas.
S.E.R. Mons. Malcolm Ranjith, Arzobispo de Colombo, lanzó la alarma, evidenciando que el camino de los refugiados podría convertirse en una “vía explosiva hacia la libertad”, recordando que “algunas zonas donde los tamil están regresando, especialmente en los alrededores de Elephant pass, están sumamente minadas. Es urgente asegurar su incolumidad” afirmo el Arzobispo. “También la comunidad internacional debe ayudar a Sri Lanka a eliminar velozmente las minas y a reconstruir la infraestructura”.
La libertad de movimiento es un primer paso hacia el regreso definitivo a la propia casa, para poder recomenzar una vida normal, en la que la dignidad, la seguridad, el trabajo y los servicios sociales sean tutelados. (PA) (Agencia Fides 5/12/2009 líneas 39 palabras 501)


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