ASIA/SRI LANKA - Luego del tsunami y la guerra, las comunidades locales vuelven a florecer: se enfocan principalmente en el desarrollo y la instrucción

viernes, 27 noviembre 2009

Colombo (Agencia Fides) – Una fase de reflorecimiento luego de eventos catastróficos como el tsunami y la guerra: es lo que están atravesando diversas comunidades locales entre los pueblos y las provincias de Sri Lanka, gracias al despertar de la sociedad civil y al apoyo de la cooperación internacional.
En particular las comunidades locales de Sri Lanka se están beneficiando de una nueva iniciativa de cooperación lanzada por el Programa de la ONU para el Desarrollo (UNDP). La iniciativa, denominada ART (acrónimo de “Articulación de Redes Territoriales y Temáticas”) propone un nuevo modelo de cooperación que está dando significativos resultados en todo el mundo: se trata de una aproximación innovadora que busca promover el protagonismo de las comunidades locales y las formas de cooperación descentrada, en grado de responder mejor a las exigencias de los territorios. Es una aproximación que conjuga los principios de “solidaridad y subsidiaridad”, y por esto es bien vista y acogida por la sociedad civil.
El Programa ART en Sri Lanka busca valorizar las riquezas naturales sin dañar la biodiversidad de la isla, con el firme objetivo de favorecer a largo plazo el desarrollo sostenible. Han sido ya puestos en marcha pequeños proyectos para la producción de energía a través de las biomasas (20 a 50 kw): gracias a la reutilización de desechos sólidos, pequeños pueblos campestres, no cubiertos por la red energética, han podido desarrollar calor y energía eléctrica para mejorar la vida de la población.
Un programa importante, que involucra al gobierno de Sri Lanka, es el que tiene como objetivo garantizar a todos los ciudadanos una educación gratuita, desde las escuelas elementales hasta el primer nivel de la Universidad: sería un importante resultado para la entera nación. El nuevo programa ART ha puesto en marcha proyectos de alfabetización informática, instrucción para la primera infancia y formación profesional, promoviendo la descentralización y el rol de los actores locales en la gestión pública. Finalmente, dado que en las áreas rurales el sistema sanitario es a menudo inadecuado, ART sostiene proyectos de sostenimiento a los discapacitados y a los pacientes afectados de disturbios mentales así como proyectos para la educación en sanidad.
El programa ART de la UNDP funciona en 33 países del mundo y moviliza un total de recursos por cerca de 100 millones de euros, gracias al aporte de gobiernos nacionales, regionales y locales en diversos países, y con la decisiva contribución de la cooperación descentrada que se desarrolla en sociedad entre los donantes y los beneficiados.
(PA) (Agencia Fides 27/11/2009 líneas 31, palabras 413)


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