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Kinshasa (Agencia Fides)- “Debemos insistir para que la comunidad internacional cree un sistema de seguimiento de los minerales extraídos ilegalmente en la República Democrática del Congo. Es un bien que la ONU haya realizado un reporte que denuncia el tráfico de minerales que fomenta la guerra en el país”, dice a Fides el P. Silvio Turazzi, misionero javeriano con una gran experiencia en el este del Congo. Algunos órganos de prensa internacional (entre ellos el New York Times) han resaltado ampliamente un reciente reporte de las Naciones Unidas (cuyo texto no ha sido aún publicado) que revela una vasta red de complicidad, interna e internacional, que alimenta la guerra en el norte y sur de Kivu para explotar impunemente los recursos minerales.
El documento de la ONU rebela la red que permite a las FDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación del Ruanda, grupo de guerrilla formada por los opositores Hutu al gobierno de Kigali que se esconde en los bosques del Kivu) financiarse con exportaciones ilegales de oro, estaño y coltán. “Seguramente las FDLR se financia con el tráfico de minerales, que son exportados por Ruanda”, dice a Fides el P. Loris Cattani, misionero javeriano que publica una informada newsletter sobre la situación del este del Congo. “Existe una ambigüedad de fondo porque oficialmente las FDLR y el gobierno de Kigali se combaten, pero además colaboran en la exportación de minerales del Congo. No habiendo leído el reporte de la ONU no sabría decir si esto es mencionado en aquel documento”.
“Me pregunto –prosigue P. Cattani- si existen resistencias a la publicación del reporte de la ONU, porque en aquel documento estarían los nombres de sociedades occidentales implicadas en el tráfico ilegal de minerales del Congo. Creo que la comunidad internacional vive en una incongruencia total: por un lado acusa a las FDLR, por otro lado, coopera con ellos en la explotación ilegal de las riquezas del Congo”.
“El problema de los prófugos hutu ruandeses en Congo y de las FDLR, formadas en gran parte por hutu ruandeses que tenían 10 años en 1994, y por lo tanto no pueden ser acusados de haber participado en el genocidio, debe ser resuelto con el dialogo. La acción militar, además de ser inmoral, ha fracasado” afirman los misioneros. “Si no es posible integrarlos en Ruanda, se pueden integrar en Congo, conversando con los jefes de las aldeas”.
En los Estados Unidos y en Europa existen propuestas para crear un sistema de seguimiento de minerales congoleses (ver Fides 30/4/2009 y 7/11/2009). Estas iniciativas son seguidas por la “Red Fe y Justicia entre África-Europa” (Aefjn), un organismo al que adhieren unos 50 institutos católicos, Religiosos y Misioneros, presentes en África y en Europa. “El representante en los Estados Unidos de la Red quiere tener informada a la Administración de Obama sobre la real situación del Congo, para buscar una solución pacífica para la guerra”, concluyen los misioneros. (L.M.) (Agencia Fides 25/11/2009; líneas 37, palabras 516)
