ASIA/TAIWAN - “Cada pueblo puede y tiene que gloriarse de sus mártires que no son solamente heroicas figuras de fidelidad, de coraje y de coherencia en medio de un mundo pagano, ellos son los instrumentos vivientes de la salvación traída por Cristo”: el Card. Tomko en Taichung

martes, 24 noviembre 2009

Taichung (Agencia Fides) – “Cristo cancela el pecado del mundo asumiéndolo hasta la propia muerte, perdonando a quién le mata. El pecado de cada generación es cancelado, vencido por Cristo que vive en los cristianos. Mientras que habrá pecado en el mundo, la Iglesia estará llamada a continuar su martirio”: en el día en que el calendario litúrgico celebra la fiesta de los 117 mártires vietnamitas, 24 de noviembre, el Card. Jozef Tomko ha celebrado la Santa Misa en la parroquia dedicada a Nuestra Señora de Fátima, en la diócesis de Taichung, en el ámbito de las celebraciones conclusivas por los 150 años de la evangelización de Taiwán.
En la homilía, dedicada al sentido cristiano del martirio, el Card. Tomko ha subrayado además que el mártir, nuevo Cordero de Dios, quita el pecado del mundo, hace actual la salvación del hombre, mientras que en el hombre continúe el pecado, por esto “cada pueblo, cada generación es salvada por sus mártires”. Además “cada pueblo, cada generación, puede y tiene que gloriarse de sus mártires”, que no son solamente “heroicas figuras de fidelidad, de coraje y de coherencia en medio de un mundo pagano, ellos son los instrumentos vivientes de la salvación traída por Cristo”.
De aquí el sentido de la evangelización, que no se limita solamente a hacer conocer el hecho histórico de la muerte y resurrección de Cristo, ocurrida hace dos mil años. “Llevar el Evangelio al hombre de hoy quiere decir aplicar el amor de Cristo al hombre de hoy, llevando los pecados, perdonando. El Evangelio, buena noticia del amor de Dios, permanece vivo porque los cristianos siguen dejándose matar por los pecados del otro”. El Card. Tomko se ha preguntado, por ello, si nosotros hoy, de frente a los grandes mártires cristianos de la historia, con nuestro modo de vivir y de presentarnos al mundo, “¿no estamos convirtiéndonos quizás en desertores?”
Resaltando la solemnidad litúrgica del día, dedicada a los mártires vietnamitas, el Card. Tomko ha subrayado que las varias épocas históricas, del primer anuncio del Evangelio en el siglo XVI a la grande persecución del siglo XIX en Tonchino, Annan y Cocincina, actual Vietnam, “fueron contraseñadas por la comunión en el martirio que vio asociados europeos e indígenas”.
“En los ritmos y en los hechos del tiempo - ha continuado el Cardenal - nosotros vivimos los misterios de nuestra salvación. En la celebración eucarística la Iglesia hace presente el Misterio Pascual de Cristo, muerto y resucitado por nosotros. “Así la Comunidad eclesial, sobre las huellas de su Maestro y Señor, es llamada a recorrer decididamente la vía del servicio, a compartir hasta el final la condición de los hombres y las mujeres de su tiempo, para testimoniar a todos el amor de Dios y así sembrar esperanza”. (SL) (Agencia Fides 24/11/2009)


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