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Friburgo (Agencia Fides) – Hoy, 23 de noviembre, se encuentran en Bruselas los Ministros del ambiente de los países europeos para concordar una posición común en vista de la cumbre de las Naciones Unidas sobre los cambios climáticos que se desarrollará dentro de dos semanas en Copenhague (del 7 al 18 de diciembre del 2009). El “Grupo de trabajo católico para las ayudas de emergencia” (Katholischer Arbeit Not- und Katastrophenhilfe, KANK), del que forman parte también las Obras Misionales Pontificias en Alemania –Missio Aachen e München– y la Infancia Misionera alemana “Die Sternsinger”, ha pedido en estos días que se realicen esfuerzos mayores para reducir el gas sierra en los países industrializados y para asignar ayudas financieras a los países víctimas de los cambios climáticos.
Como destaca un portavoz del grupo de trabajo y responsable de “Caritas Internacional”, Olivier Müller, en una nota enviada a Agencia Fides, los compañeros de los proyectos en las regiones golpeadas por las catástrofes naturales recuerdan con frecuencia que son sobre todo los países industrializados los responsables de los cambios climáticos, “en consecuencia estos países deberían reparar de algún modo los daños que estos cambios provocan, sobre todo en los países en vías de desarrollo”.
Citando la declaración de los Obispos alemanes del 2006, los miembros del KANK destacan también que “no se trata de limosna, sino de justicia”. El cambio climático global provoca cada vez con más frecuencia catástrofes naturales, huracanes, lluvias torrenciales e inundaciones o sequedad. Todo ello destruye el ambiente natural de vida y las fuentes de riqueza, provoca el aumento de la pobreza, pone en riesgo los esfuerzos por el desarrollo y aumenta la injusticia global. Según las previsiones del Foro Intergubernamental del cambio climático (Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC) en los próximos años el riesgo de catástrofes aumentará rápidamente en muchas regiones del mundo. Los más golpeados serán precisamente los países más débiles, aquellos en vías de desarrollo, y los numerosos pobres que viven en esas regiones. (MS) (Agencia Fides 23/11/2009; líneas 24, palabras 359)
