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Taipei (Agencia Fides) – “Concluir las celebraciones del 150° aniversario de la evangelización de Taiwán con la fiesta de Cristo Rey tiene un significado especial para nosotros. Es una nueva llamada para continuar y para reencender los esfuerzos por la evangelización, lo que significa construir el reino de Jesucristo. Todos los miembros de la Iglesia están llamado a colaborar con este esfuerzo de manera personal: niños, jóvenes, laicos, familias, personas consagradas, sacerdotes y Obispos (incluyendo los Cardenales)”. Fueron las palabras del Enviado especial del Santo Padre Benedicto XVI, el Card. Jozef Tomko, Prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, durante la Celebración conclusiva de los 150º años de la evangelización de Taiwán, que se realizó en el estadio Lin Kou de Taipei, en las primeras horas de la tarde (hora local) del sábado 21 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Estaban presentes Cardenales y Obispos así como numerosos sacerdotes y misioneros, varias autoridades políticas y millares de fieles.
Después de leer el saludo y la bendición del Santo Padre a todos los presentes y a cuantos seguían la celebración a través de los mass-media, el Card. Tomko recordó en la homilía la llegada a Kaohsiung, en 1859, de tres misioneros españoles provenientes de las Filipinas junto a cinco catequistas laicos chinos. Este fue el inicio de la Iglesia católica en Taiwán, después de algunos tentativos realizados en 1582 y en 1626. “Ahora la comunidad de files católicos se ha enriquecido con la presencia de emigrantes Filipinos y está organizada en siete diócesis” continuo el Cardenal, recordando sus anteriores visitas y constatando los signos de crecimiento de la Iglesia. “El Señor ha bendecido vuestros esfuerzos de evangelización – afirmó – y tenemos que agradecerle por su ayuda misericordiosa. Pero aún estamos al inicio. De hecho el punto de llegada es también un punto de partida para una nueva evangelización”.
El Enviado Especial del Santo Padre subrayó como Jesucristo permanece como “el punto central de la evangelización”, en cuanto “Él es nuestra Cabeza, nuestro Rey, Aquel en el que creemos, obedecemos y proclamamos... Jesús de Nazaret es un hombre extraordinario, no es como otros fundadores de religiones. No es sólo un hombre perfecto sino también Hijo de Dios. ¡Está es la diferencia!”. A continuación el Cardenal evidenció como su reino “no es de este mundo, no es de naturaleza material sino más bien un reino espiritual” y nosotros, por gracia divina, estamos llamados a participar en la construcción del reino de Jesucristo.
A través de la evangelización, “ofrecemos a la sociedad los valores fundamentales del reino de Cristo: la verdad y la vida. Les proponemos a todos este mensaje, no lo imponemos. Estamos convencidos que este mensaje trae a toda la sociedad justicia, amor y paz”. En la parte conclusiva de la homilía, el Card. Tomko exhortó a todos los presentes a ser testigos de Jesucristo y de su Reino, a crecer en la fe y en el amor, en santidad y en gracia. “Permaneced unidos como Iglesia de Jesucristo, la Familia de Dios. Unidos con la Iglesia Universal y con su cabeza, el Papa, unidos con vuestros Obispos, con el clero, en vuestras familias y parroquias, y entre vosotros”. E invitó a poner mayor atención en la vida cristiana de la familia, en la educación de los jóvenes, en el respeto de los ancianos y en la ayuda a los pobres. Los jóvenes en particular fueron alentados a llevar el espíritu de Jesucristo en los colegios y en sus encuentros, sin dudar en responder a una eventual llamada personal. A los laicos, muy activos en las parroquias, les recordó siempre ser levadura evangélica en los lugares de la sociedad secular donde viven o trabajan.
“Iglesia de Taiwán, a nombre del Santo Padre Benedicto XVI, te digo: ¡levántate y camina! – fue su exhortación conclusiva –. Una nueva época de tu historia está por comenzar. ¡La época de la nueva evangelización! ¡Siguiendo a Jesucristo, nuestro Señor y nuestro Rey!”. (SL) (Agencia Fides 21/11/2009 – Líneas: 47, Palabras: 703)
