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Conakry (Agencia Fides) – “Las dos partes han iniciado los diálogos, pero están listas para jugar la carta étnica si las tratativas fallan”, afirma a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia (que ha pedido el anonimato por razones de seguridad) de Conakry, capital de la República de Guinea, donde la tensión aún es alta entre la junta militar guiada por Moussa Dadis Camara y la oposición, reagrupada bajo la sigla de “Fuerzas Vivas”. Esta semana se han iniciado los diálogos en Ouagadougou (Burkina Faso) entre las dos partes, con la mediación del Presidente Blaise Compaoré. Ayer, 20 de noviembre, la oposición acusó al mediador de haber favorecido a la junta impulsando la propuesta de dejar a Camara como jefe del Consejo Nacional de Transición por otros 10 meses. El Consejo debería guiar al país en espera de nuevas elecciones, que deberían realizarse en el 2010.
“El tema fundamental es la candidatura de Camara a las elecciones: las Fuerzas Vivas no quieren que el actual hombre fuerte de la junta militar se presente a las elecciones”, afirma la fuente de Fides. “Ello explica porqué más allá de la impresión que se pueda tener desde fuera de Guinea, Camara goza de un cierto consenso en la país, con excepción de la capital Conakry, donde la oposición es más fuerte. Los guineanos perciben que la oposición está dominada por los viejos políticos, en particular por los ex primeros ministros del difunto Presidente Lansana Conté”. Camara había tomado el poder con un golpe de Estado incruento al día siguiente de la muerte de Conté, en diciembre del 2008, con la promesa de renovar el cuadro político nacional. “La oposición, que en realidad está dividida internamente, es muy fuerte en Conakry y tiene control sobre los medios de comunicación. Por este motivo un observador externo tiene la percepción de un fuerte contraste entre la junta militar y la población. Pero esto no es acorde con la realidad: sobre todo en las provincias, el actual gobierno, a pesar de no suscitar gran entusiasmo, es percibido como una alternativa mejor a los políticos ligados al antiguo régimen”, explica la fuente de Fides.
“Esto no significa que no haya tensión en el país, pero ésta deriva más de las condiciones de vida de la población que de la lucha política. Guinea está bloqueada: las calles están en pésimas condiciones, hay racionamiento de la gasolina, los cortes de electricidad son frecuentes, los bancos han restringido los créditos y la emisión de moneda extranjera”. Las condiciones económicas se han agravado por las sanciones decretadas por la comunidad internacional al día siguiente de la matanza en el estado de Conakry del 28 de septiembre (que provocó cerca de 150 muertos entre los manifestantes de la oposición).
“En este contexto –continúa la fuente de Fides– es muy preocupante el hecho de que se esté jugando la carta étnica”. Guinea está dividida entre la región costera, donde la etnia dominante es la de los Poel y la forestal, de donde proviene Camara. “La oposición lanza slogans como “forestal=Dadis=cristiano”. En Conakry se verifican episodios de taxistas u hospedajes Poel que se niegan a atender a clientes que provienen de otras etnias”.
Según diversas fuentes de la prensa, el régimen militar ha contratado a mercenarios extranjeros para adiestrar a una milicia formada por jóvenes provenientes de la Guinea forestal. “No puedo ni confirmar ni de desmentir esta noticia”, dice la fuente de Fides. “Puedo solamente hacer notar que Francia ha rescindido el contrato para el adiestramiento del ejército guineano. Es posible por ello que se haya contratado a instructores extranjeros para continuar la formación de los militares. Pero también es posible que en el caso de un fracaso de los diálogos de Ouagadougou, Camara esté preparando una milicia con base étnica. Por otra parte, también la oposición está jugando la carta étnica. Lo repito, es un desarrollo muy preocupante”, concluye la fuente de Fides. (L.M.) (Agencia Fides 21/11/2009; líneas 45, palabras 681)
