Por Fabio Beretta
Port Moresby (Agenzia Fides) – Peter To Rot, el primer santo de Papúa Nueva Guinea (véase Fides 31/3/2025), será canonizado el 19 de octubre de 2025, domingo en el que se celebrará la 99ª Jornada Mundial de las Misiones. Así lo ha decidido hoy el papa León XIV, durante la celebración de su primer Consistorio Ordinario Público. Un Consistorio, celebrado en el Vaticano, que había sido anunciado el pasado mes de marzo por el papa Francisco mientras estaba ingresado en el Gemelli.
“El Papa ha decretado que el Beato Pier Giorgio Frassati, junto con el Beato Carlo Acutis, sean inscritos en el Libro de los Santos el domingo 7 de septiembre de 2025, mientras que los Beatos Ignacio Choukrallah Maloyan, Peter To Rot, Vincenza Maria Poloni, María del Monte Carmelo Rendiles Martínez, María Troncatti, José Gregorio Hernández Cisneros y Bartolo Longo sean inscritos en el Libro de los Santos el domingo 19 de octubre de 2025”, se lee en el boletín difundido por la Santa Sede al término del Consistorio.
Catequista y mártir, Peter To Rot representa, como ha declarado a Fides el padre Tomás Ravaioli, misionero del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) y vicepostulador de la causa, «una brújula a la que mirar» en estos tiempos en los que «el matrimonio y la familia están siendo atacados y sufren todo tipo de distorsiones». «El papa Francisco ya quería canonizarlo durante el viaje apostólico de septiembre de 2024 a nuestro país», ha revelado Ravaioli.
En la entrevista que sigue, el vicepostulador explica también las numerosas dificultades encontradas para certificar el milagro atribuido al beato, y los motivos por los cuales se ha solicitado la dispensa papal.
-Peter To Rot fue martirizado con una inyección letal de veneno en prisión. ¿Qué llevó a sus carceleros a asesinarlo?
-Durante la ocupación japonesa de Papúa Nueva Guinea en la Segunda Guerra Mundial, las autoridades militares intentaron ganarse el favor de la población local legalizando la poligamia, una práctica que había sido prohibida por los misioneros católicos. Esta medida fue bien acogida por muchos hombres, que comenzaron a practicar esta costumbre ancestral. Peter To Rot, catequista católico de poco más de 30 años, se opuso con firmeza a esta política. Predicaba con convicción la unidad y la indisolubilidad del matrimonio, subrayando que eran elementos esenciales del sacramento instituido por Dios. Gracias a su labor pastoral, logró convencer a muchas mujeres jóvenes, obligadas a convertirse en "segundas esposas", para que abandonaran esa situación injusta. Esto, como es comprensible, le granjeó muchos enemigos, muchos de los cuales eran hombres poderosos que consiguieron encarcelarlo y finalmente lo asesinaron, silenciando su voz profética.
-¿La vida de To Rot qué aporta hoy a la Iglesia universal? ¿Qué nos puede enseñar su historia?
-Cuando el papa Francisco oyó hablar por primera vez del beato Peter To Rot, exclamó: «Este es el santo que la Iglesia necesita en estos tiempos». Y no se equivocaba. To Rot era un laico, casado, padre de tres hijos, que murió a los 33 años en defensa del matrimonio y la familia. En una época como la actual, en la que el matrimonio y la familia se ven atacados y sufren todo tipo de distorsiones, su figura se convierte en una auténtica brújula: una referencia para recordar y redescubrir el proyecto de Dios sobre el amor conyugal y la vida familiar.
-Se ha solicitado una dispensa para el milagro necesario para la canonización. ¿Puede explicarnos los motivos de esta elección?
-Hay dos aspectos fundamentales que deben destacarse. En primer lugar, a la intercesión de Peter ToRot se le atribuyen numerosos signos y gracias. No debe pensarse que no existen milagros; simplemente preferimos llamarlos “signos”, ya que un milagro, en sentido estricto, requiere la aprobación oficial de la Iglesia. En Papúa Nueva Guinea, muchas personas testimonian haber recibido signos por medio del beato. En segundo lugar, hay una dificultad objetiva: en muchas zonas del país no hay hospitales, médicos ni profesionales que puedan aportar pruebas o documentación clínica. Además, no existen registros escritos ni certificados, ya que la población de las aldeas conserva una cultura marcadamente oral. Esta carencia de recursos hace extremadamente difícil “demostrar” o “documentar” un milagro según los criterios exigidos. Por esta razón, hemos solicitado al papa Francisco la dispensa del milagro requerido, ya que su validación resulta prácticamente imposible. No obstante, es importante subrayar que los signos atribuidos a la intercesión de nuestro mártir continúan multiplicándose.
-Durante el viaje apostólico del papa Francisco, la Iglesia de Papúa Nueva Guinea solicitó la intervención del Pontífice para acelerar el proceso…
-La solicitud de dispensa del milagro fue presentada a principios de 2024, con la esperanza de que la canonización pudiera celebrarse durante la visita papal prevista para septiembre. Aunque la respuesta favorable a la dispensa llegó en pocas semanas, aún quedaba mucho trabajo por hacer: había que preparar la Positio y resolver otras cuestiones relacionadas con el proceso. Durante la visita del papa Francisco en septiembre de 2024, tuve la oportunidad de hablar con él, junto con otros sacerdotes argentinos que también sirven en Papúa. Estuvimos conversando casi una hora. Le agradecí personalmente su apoyo a la causa de canonización de Peter To Rot, y él me respondió con estas palabras que no olvidaré: «Quiero canonizarlo yo mismo».
-¿Qué significa hoy, en su opinión, la canonización de To Rot para los misioneros de Papúa Nueva Guinea y los catequistas de todo el mundo?
-La canonización de To Rot representa, en mi opinión, un fuerte estímulo para todos los católicos de Papúa Nueva Guinea a continuar el camino de la santidad personal. Nos recuerda que la santidad no es un privilegio reservado a unos pocos, sino una vocación universal, necesaria para todos. Además, el testimonio de To Rot proclama con claridad y valentía ante el mundo entero que el proyecto de Dios para la familia y el matrimonio es: un hombre y una mujer, unidos para toda la vida, hasta la muerte. En un tiempo en el que la unidad y la indisolubilidad del matrimonio son constantemente atacadas, distorsionadas y ridiculizadas, To Rot -que derramó su sangre en defensa de estas verdades- nos recuerda que es más importante obedecer a Dios que a los hombres.
(Agencia Fides 13/6/2025)