Myitkyina (Agencia Fides) – En Myanmar, la urgencia de asistencia humanitaria y ayuda a los desplazados internos se agrava día tras día, impulsada por el conflicto civil en curso y recientes desastres naturales como terremotos e inundaciones. Ante esta situación, la diócesis católica de Myitkyina, en el estado de Kachin, ha renovado su llamamiento a la solidaridad, instando a la comunidad local e internacional a redoblar sus esfuerzos.
«Pedimos a los voluntarios y operadores que se sumen a nuestro trabajo. Hermanos y hermanas, les rogamos que donen según sus posibilidades para ayudar a los desplazados internos y a las víctimas», exhorta en un mensaje enviado a la Agencia Fides el padre Don Bosco Nlam Hkun Seng, secretario de la diócesis y miembro activo del equipo humanitario.
El “Equipo Diocesano de Socorro”, creado en 2011 en respuesta a los antiguos conflictos entre el gobierno central y las minorías étnicas en Kachin, sigue siendo clave en la coordinación de la ayuda. Desde entonces, miles de personas desplazadas han atravesado años de grandes dificultades, apoyadas sobre todo por comunidades locales, asociaciones y ONG.
«Hoy, tras cuatro años de conflicto civil desde el golpe militar de 2021, las personas están agotadas. El flujo constante de nuevos desplazados pone aún más presión sobre las ya limitadas capacidades locales. Las organizaciones humanitarias y los donantes trabajan sin descanso, pero no basta», señala el sacerdote.
En Myanmar, especialmente en las regiones habitadas por minorías étnicas, la ayuda humanitaria llega principalmente gracias al compromiso de las comunidades religiosas. «Solo gracias a la labor de asociaciones y organizaciones como la Iglesia católica se logran cubrir las necesidades mínimas de los ciudadanos», subraya don Bosco Nlam Hkun Seng.
La diócesis de Myitkyina ha acogido a miles de desplazados, sin distinción de credo, en campamentos organizados en las parroquias. A través de sacerdotes y religiosos, se les brinda asistencia material y consuelo espiritual. «La labor humanitaria no se detiene. Pero necesitamos más ayuda», insiste el sacerdote, quien también expresa su esperanza de que las organizaciones internacionales puedan intervenir con recursos y experiencia para responder de forma más eficaz a esta emergencia humanitaria.
(PA) (Agencia Fides 14/6/2025)