EUROPA/ITALIA - “El Papa misionero nos recuerda la necesidad de no encerrarnos en nuestra fortaleza”: Padre Mandonico, de la Sociedad de las Misiones Africanas

viernes, 23 mayo 2025

SMA

Roma (Agencia Fides) – «Del misionero Roberto Francisco Prevost, OSA, que se ha convertido en Papa León XIV, llama la atención un rasgo en particular. Quienes lo han conocido de cerca no tienen gestos llamativos que contar, pero repiten una cualidad: es un hombre que sabe escuchar». Así lo afirma el padre Andrea Mandonico, archivero general de la Sociedad de las Misiones Africanas, al compartir su testimonio sobre la figura del nuevo Pontífice, que ve como «un desafío particular».

«Que un misionero se convierta en Papa es una experiencia sin precedentes para la Iglesia católica. El Papa León no es el misionero que más aventuras heroicas ha vivido, no es el que más ha alzado la voz, no es el que más escuelas o dispensarios ha construido», señala el padre Mandonico. «Más bien, ha dejado su huella abriendo su corazón y su mente a aquellos con los que se encontraba. Porque realmente, como dijo en la primera misa con los cardenales en la Capilla Sixtina, incluso los que tienen autoridad “desaparecen para que Cristo permanezca”».

El Colegio Cardenalicio, al elegir a León XIV, era plenamente consciente de estar confiando el ministerio petrino a un misionero.
«Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que tiende puentes, dialogante, siempre abierta a recibir, como esta plaza con los brazos abiertos», recuerda el padre Andrea, evocando las palabras del Papa León XIV en su primer mensaje desde la logia central de la Basílica de San Pedro. El Pontífice había invitado a cada persona a convertirse en «puente» del amor de Dios para todos.

«El Papa misionero es un desafío particular para nosotros los misioneros», insiste el archivero. «Y en nuestra Italia, quizás, hoy lo es aún más que en otras regiones del mundo». Según el padre Mandonico, la figura del nuevo Papa recuerda la urgencia de la misión, precisamente en un momento en el que podría parecer que «partir hacia tierras lejanas es una vocación ya superada». Su testimonio interpela a todos los cristianos a «no encerrarse en una fortaleza», sino a mantener viva la mirada hacia los pueblos, «ad gentes», y a abrir las comunidades «al soplo del mundo».

«Hoy él es Pedro. Y también nosotros, misioneros en Italia y en cada rincón del mundo, queremos volver a empezar desde aquí», concluye.
(AP) (Agencia Fides 23/5/2025)


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