ASIA/MONGOLIA - Monseñor Marengo: “Acompañar el camino de los fieles con la luz del Evangelio”

viernes, 1 julio 2022 evangelización   misión  

Ulán Bator (Agencia Fides) - “Debemos acompañar a los fieles hacia una dimensión de mayor profundidad: este es uno de los desafíos pastorales del futuro próximo para la Iglesia en Mongolia”. Es de lo que está convencido monseñor Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Ulán Bator, quien recuerda a la Agencia Fides que la dirección del camino en la Iglesia local “es la de una participación cada vez más plena y viva de los bautizados”. Sobre ello se profundizó durante la reciente Semana Pastoral, organizada por los 30 años de vida misionera de la Iglesia de Mongolia (retomada en 1992, tras la disolución de la Unión Soviética), que hoy cuenta con 2 sacerdotes, 22 misioneros extranjeros y unos 35 religiosos misioneros. Este año también se celebra el 30 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Mongolia. “Para este doble aniversario hemos preparado un encuentro en el camino de la sinodalidad, en el que hemos reflexionado sobre las perspectivas de futuro de nuestra Iglesia”, subraya el prelado.

Al hacer balance y hablar de las perspectivas de futuro de la misión en Mongolia, el arzobispo Marengo señala: “Recordando estos primeros treinta años de presencia de la Iglesia católica en Mongolia, lo que une estas tres décadas es sin duda el amor a Cristo, a su Evangelio y a la Iglesia, su esposa, que ahora echa raíces en esta tierra y en el corazón de este pueblo. Sobre los desafíos a los que hay que hacer frente, según el futuro cardenal, “ahora quizás sea el momento de profundizar, pensando sobre todo en la vida de fe que debe saber nutrirse de contenidos adecuados a la realidad y de una práctica que los refleje y siga inspirándolos”. “Además de ofrecer una formación sólida y de profundizar en la fe recibida, el criterio a seguir es el de la comunión, es decir, vivir con espíritu de fraternidad cada paso y cada elección, preservando la unidad, dentro de la comunidad católica y también en las relaciones con el mundo exterior; el anuncio o ser una Iglesia en salida y proseguir en la misión evangelizadora, donando el Evangelio de Cristo y susurrando su mensaje de amor a toda criatura es fundamental”, indica monseñor Marengo.

La principal actividad en la obra misionera sigue siendo el compromiso social, tal y como explica el Prefecto: “La gran inversión de los primeros años es la actividad de promoción humana y la atención a los pobres con distintos proyectos. Hablamos de educación, de salud o de acogida de niños abandonados. También, para todo ello, contamos con la colaboración de Cáritas Mongolia. Luego cada parroquia desarrolla sus propios proyectos, que van desde el apoyo a la agricultura hasta el apoyo a la mujer, becas o bolsas de trabajo”. La prioridad, señala monseñor Marengo, es promover un anuncio y una pastoral atenta a las especificidades del pueblo mongol y a sus infinitos matices: “Profundidad significa largos tiempos de adecuada inserción y, sobre todo, sintonizar con el corazón palpitante de esta cultura que se encarna en las personas que se encuentran. Significa también acompañar el camino de cada hermano y hermana que, tocados por la Gracia comienzan a releer su historia personal y colectiva a la luz del Evangelio”, concluye Giorgio Marengo.
(ES-PA) (Agencia Fides 1/07/2022)


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