VATICANO - EL PAPA EN EL PRIMER CONGRESO DE CATÓLICOS LAICOS DE EUROPA DEL ESTE: “A VOSOTROS QUE HABÉIS SIDO INDÓMITOS TESTIGOS DE LA FE EN TIEMPO DE PRUEBA Y PERSECUCIÓN... EL SEÑOR OS PIDE PREPARAR EL TERRENO PARA UN VIGOROSO RENACIMIENTO DE LA IGLESIA”

martes, 14 octubre 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “La fuerte herencia de los regímenes totalitarios ateos que ha dejado tras de si un vacío y heridas profundas en la conciencia, impone todavía a los Países de Europa del Este un duro trabajo en el proceso de reconstrucción religiosa, moral y civil; de consolidación de la recuperada soberanía, libertad, democracia; de resaneamiento de la economía. En el fatigoso camino que vuestras naciones deberán recorrer para recuperar la propia historia y la propia dignidad cultural, vosotros cristianos laicos tenéis un papel fundamental del que sois insustituibles”.
Ha recordado el Santo Padre Juan Pablo II en el Mensaje enviado a los participantes al Primer Congreso de Católicos Laicos de Europa del Este organizo por el Pontificio Consejo para los Laicos que se ha tenido en Kyiv, en Ucrania del 8 al 12 de octubre del 2003. “A vosotros que habéis sido valientes testigos de la fe en tiempo de prueba y persecución, en el tiempo de la reconquistada libertad religiosa, el Señor os pide que preparéis el terreno para un vigoroso renacimiento de la iglesia en vuestros países. Después de largos decenios de una penosa ruptura que ha provocado la asfixia de las comunidades cristianas del Este, Europa vuelve a respirar con sus dos pulmones abriendo grandes posibilidades a la difusión del Evangelio”.
En su Mensaje en lengua ucraniana, el Papa recuerda que “la vieja Europa desde el Oeste al Este está a la búsqueda de su nueva identidad. En este proceso no puede olvidar cuales son sus raíces. Europa debe recordar que la linfa vital de la que ha obtenido las inspiraciones mas nobles del espíritu durante dos milenios ha sido el cristianismo”. El hombre de hoy parece haber olvidado en gran parte la presencia de Dios en su vida, aun cuando no faltan signos esperanzadores de una nueva primavera de las iglesias cristianas cuyo florecimiento si embargo, “dependerá de la aportación irrenunciable de los fieles laicos llamado a hacer presente a la Iglesia de Cristo en el mundo”: A ellos “es confiada la responsabilidad de transmitir a las generaciones futuras el patrimonio de la fe cristiana”.
“Para los lacios este es el tiempo de la esperanza y la audacia! La Iglesia necesita de vosotros y sabe que os puede confiar grandes responsabilidades” prosigue el Santo Padre animando a “no desanimarse ante los desafíos de nuestro tiempo” con el apoyo del ejemplo y la intercesión de los mártires. “Haced de vuestras familias verdaderas Iglesias domesticas y de vuestras parroquias autenticas escuelas de oración y de vida cristiana. Vosotros que habéis conquistado la libertad a precio de un gran sufrimiento no dejéis jamás que esa se envilezca en la carrera de los falsos ideales que vienen del utilitarismo, del hedonismo individualista del consumismo desenfrenado que caracterizan a tantas culturas modernas. Custodiad vuestras ricas tradiciones cristianas, resistid a la tentación insidiosa de excluir a Dios de vuestra vida o de reducir la fe a gestos esporádicos y superficiales”.
El Santo Padre concluye el Mensaje exhortando a los laicos a abrir nuevos caminos también en el diálogo ecuménico yen las relaciones interreligiosas: “estáis llamados a testimoniar a Cristo junto con todos los hermanos cristianos en todo los lugares donde vivís y en todas las obras en las que colaboráis. El amor de Cristo sana las heridas, quita prejuicios, prepara la vía de la unidad”.El Papa invoca después a Maria, Madre de la Iglesia Auxilio de los cristianos para que interceda ante su Hijo “para que su gracia alimente y sostenga el renacimiento de vuestras iglesias y de vuestros países”. (S.L.) (Agencia Fides 14/10/2003 Líneas: 49 Palabras: 654)


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