VATICANO - EL PAPA ORDENA A 31 SACERDOTES EN LA JORNADA MUNDIAL POR LAS VOCACIONES: “EL SACERDOTE ES EL HOMBRE DE LA PALABRA, EL HOMBRE DE LA EUCARISTIA, EL MINISTRO DE LA DIVINA MISERICORDIA”

lunes, 12 mayo 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – El Domingo 11 de mayo, IV Domingo de Pascua y Jornada Mundial por las Vocaciones, el Santo Padre, Juan Pablo II, presidió la Santa Misa en la Basílica Vaticana en el curso de la cual confirió la Ordenación presbiteral a 31 diáconos de la diócesis de Roma.
“Queridos ordenándoos, este día será inolvidable para cada uno de vosotros. En este día sois “introducidos al servicio de Cristo Maestro, Sacerdote y Rey, tomando parte en su ministerio” dijo el Papa en la homilía. A continuación recordó las características fundamentales que distinguen al sacerdote. “El sacerdote es el hombre de la Palabra, que tiene el cometido de llevar el anuncio evangélico a los hombres y mujeres de su tiempo. Debe hacerlo con vivo sentido de responsabilidad, comprometiéndose a estar siempre en plena sintonía con el Magisterio de la Iglesia. El es también el hombre de la Eucaristía, mediante la cual penetra en el corazón del Misterio pascual. Especialmente en la Santa Misa advierte la exigencia de una configuración cada vez mayor con Jesús Buen Pastor, sumo y eterno Sacerdote.. Configuraos a Cristo, queridos ordenándoos, vosotros seréis los ministros de la divina misericordia. Administrareis el sacramento de la Reconciliación, cumpliendo así el mandato del Señor a los Apóstoles después de la resurrección: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados a quienes se los retengáis les quedan retenidos” (Jn 20,22-23). ¡De cuántos milagros y prodigios realizados por la misericordia de Dios en el confesionario seréis testigos!
El Santo Padre exhortó después a los recién ordenados a alimentarse de la palabra de Dios y a estar todos los días con Cristo presente realmente en el sacramento del Altar. “para poder cumplir dignamente la misión que hoy se os confía, deberéis manteneros en unión constante con Dios en la oración y tener vosotros mismos experiencia de su amor misericordioso mediante una práctica regular de la Confesión”.
“El sacerdote, llamado de modo especial a tender a la santidad, es para todo el pueblo cristiano el testimonio del amor y la alegría de Cristo – concluyó el Papa -. Bajo el ejemplo del Buen Pastor, el ayuda a los creyentes a seguir a Cristo, correspondiendo a su amor. Estad cercanos a vuestros sacerdotes; acompañadlos con oración constante y pedid al Señor con insistencia que no falten operarios a la mies”.(S.L.) (Agencia Fides 12/5/2003 Líneas: 35 Palabras: 443)


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