INSTRUMENTUM MENSIS DECEMBRIS PRO LECTURA MAGISTERII SUMMI PONTIFICI BENEDICTI XVI, PRO EVANGELIZATIONE IN TERRIS MISSIONUM

sábado, 7 enero 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El mes de diciembre del 2005 ha sido para el Santo Padre Benedicto XVI una ocasión propicia para explicar el verdadero sentido del Adviento y la Navidad. El Adviento, ha subrayado en diversas ocasiones el Papa Benedicto XVI, es un tiempo de espera. Es el tiempo para esperar con fe, como hicieron Maria Santísima y san José, la venida del Hijo de Dios al mundo. Navidad es celebrar el misterio de la encarnación del Mesías, misterio según el cual - también este concepto lo ha reafirmado varias veces el Santo Padre - Dios se hace cercano al hombre, se convierte en una persona a la que es posible “tutear”. Además del Adviento y la Navidad, también ha tenido gran espacio en la enseñanza del Pontífice en este mes, el recuerdo del Concilio Vaticano II. En efecto el 8 de diciembre del 2005, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de Maria, se celebró el 40 aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II y el Papa Benedicto XVI, ha recordado en numerosas ocasiones, los diversos textos conciliares promulgados, exhortando a los fieles y a toda la Iglesia todo a releerlos. También en el discurso que tuvo el 22 de diciembre a la Curia Romana con ocasión del intercambio de las felicitaciones navideñas, Benedicto XVI aclaró que el Concilio debe ser interpretado y debe ser tenido en consideración por toda la Iglesia. El Concilio , dijo el San Padre, supuso una puesta al día de la Iglesia en línea con la tradición y no una rotura con el pasado. En el tiempo navideño, mirando a la Sagrada Familia, el Santo Padre ha recordado de nuevo la importancia de la institución familiar, la defensa de la vida a partir del embrión, y, en la fiesta de San Esteban , primer mártir, ha recordado como también en nuestros días, en varias partos del mundo, profesar la fe cristiana requiere el heroísmo de los "mártires." (7/1/2006 Agencia Fides)


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