VATICANO - “TESTIMONIOS Y MISIONEROS EN MEDIO DE UNA GREY DISPERSA PERO FUERTE EN LA FE”: EL CARD. SEPE CONCLUYE EL ENCUENTRO DE LOS VIETNAMITAS DE LA DIÁSPORA ENTREGÁNDOLES EL CRUCIFIJO Y EL EVANGELIO

martes, 29 julio 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Hoy el Señor os invita a proclamar el Evangelio en todos los lugares donde habéis elegido vivir, haciendo resonar en vuestro corazón las palabras que dirige a Pedro y a los apóstoles: “¡Duc in altum!- ¡Remad mar adentro!” Pedro y sus primeros compañeros se fiaron de Jesús, echaron las redes y pescaron una gran cantidad de peces. Esa misma invitación vale también para nosotros, como nos ha enseñado el Papa, que nos exhorta a no olvidar el pasado, a vivir con alegría el presente y a abrirnos con confianza al futuro”. Es un trozo de la homilía pronunciada por el Card. Crescencio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, durante la Solemne Concelebración Eucarística que presidió en la Basílica Vaticana el domingo 27 de julio, en la clausura del gran Encuentro de la comunidad católica vietnamita de la diáspora. Cerca de tres mil personas- sacerdotes, religiosos, religiosas, jóvenes, mujeres, ancianos, niños – provenientes de 18 países participaron en la solemne liturgia animada con cantos, danzas e instrumentos musicales propios de la tradición vietnamita.
La Concelebración Eucarística del domingo 27 constituyó el momento culminante y conclusivo del encuentro de fe – el primero a nivel mundial organizado después de la diáspora- que inició el jueves 24 de julio. Promovido por la Oficina de coordinación para la pastoral de los vietnamitas de la diáspora, instituido en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y dirigido por Mons. Dinh Duc Dao, la reunión tuvo como tema “Unidos para vivir y proclamar el Evangelio”. Actualmente los vietnamitas que viven en la diáspora son mas de 2 millones de los cuales 500.000 son católicos.
“Vosotros - dijo el Card. Crescencio Sepe en la homilía - habéis venido de tantas partes del mundo, como peregrinos de fe, para reuniros en el nombre del Señor Jesús, al que todos creemos Hijo de Dios y Redentor de nuestra humanidad. Como peregrinos lleváis a vuestras espaldas una alforja cargada de emociones. En esta alforja hay un poco de todo: la alegría del viandante que llega a la meta de viaje, la satisfacción de reunirse con tantos hermanos en la fe que se juntan como una sola familia pero hay también la gran nostalgia por los familiares lejanos que hace años que no veis”. “Algunos de vosotros – recordó - salieron del país llevando con ellos un recuerdo, otros conservan del pasado tan solo alguna foto descolorida”. “Sin embargo - añadió – a pesar de tantas pruebas habéis sabido conservar fuerte y vigorosa la fe que os fue entregada por vuestros padres”.
La Concelebración concluyó con el solemne mandato misionero que el Card. Sepe confió a los representantes de la comunidad en los diversos Continentes: “Recibid la Cruz y el Libro de la Palabra de Vida – dijo entregándoles el Crucifijo y el Evangelio- La Iglesia te envía para ir por todo el mundo anunciando la Palabra de Dios a todas las gentes para que se salven”. (S.L.) (Agencia Fides 29/7/2003 Líneas: 42 Palabras: 547)


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