AFRICA/KENIA - Hacinamiento y falta de asistencia agravan la situación de los niños en los campamentos de refugiados

martes, 20 mayo 2014

Kakuma (Agencia Fides) – Aumento del espacio físico e inmediato, más asistencia para los niños, son las prioridades emergentes en el campo de refugiados de Kakuma, en el noroeste de Kenia, donde siguen llegando oleadas de refugiados, en su mayoría menores, que huyen del conflicto en Sudán del Sur. Desde el estallido de las hostilidades a mediados de diciembre, 36.450 personas han cruzado las fronteras de los dos países. En total 328.000 han abandonado Sudán del Sur hacia los países vecinos. En Kenia, 1.750 niños han llegado solos. Más de 5000 acompañados por un adulto. Actualmente 2.000 niños recién llegados al campamento de Kakuma necesitan apoyo y asistencia psicosocial, así como encontrar a sus familiares. En general, de acuerdo con una actualización de las Naciones Unidas para los Refugiados, el 71% tiene menos de 18 años de edad; casi una cuarta parte de ellos son menores de 5 años.
El campamento aloja a 16 mil habitantes más de su capacidad total, y en diciembre de 2013 se abrió el Kakuma 4 para otros 20.000 refugiados. Todas estas dificultades se ven agravadas por el hecho de que cada día llegan unas 150 personas, y proporcionar agua suficiente en un área tan superpoblada es muy difícil para las agencias humanitarias. Esto implica un riesgo significativo de propagación de enfermedades como la malaria y el cólera.
Antes de la actual crisis en Sudán del Sur, los recién llegados a Kakuma generalmente permanecían en tiendas de campaña algo menos de un mes mientras esperaban a que se realizasen estructuras permanentes. Sin embargo, ahora, sobre todo los que llegaron a partir de diciembre siguen viviendo en tiendas de campaña. El hacinamiento de los diferentes grupos étnicos en Kakuma también ha llevado a la creciente preocupación por la seguridad. Los refugiados Nuer y Dinka se encuentran en los mismos lugares, en un esfuerzo por promover la integración entre las dos comunidades, pero para muchos de los recién llegados la convivencia y el hacinamiento son motivo de preocupación, en particular para los nuer, que son una minoritaria en el campo. (AP) (20/5/2014 Agencia Fides)


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