ASIA/INDIA - Un fraile capuchino: “Más escuelas en las zonas rurales para garantizar el derecho a la educación”

lunes, 12 mayo 2014

Trichy (Agencia Fides) – La Iglesia de la India, muy activa en el campo de la educación, “tiene el deber de iniciar y administrar instituciones educativas no sólo en las ciudades sino también en las zonas rurales, para servir a los pobres y los marginados. Sobre todo porque hoy en día en la India, el 65 % de todos los cristianos provienen de zonas rurales”. Lo comenta a la Agencia Fides el padre Nithiya Sagayam OFM Cap, coordinador de la “Asociación de las Familias Franciscanas de la India” (AFFI) y Director del Centro Franciscano de la Paz “Udhayam”, en Tamil Nadu.
En una nota enviada a la Agencia Fides, el fraile señala: “En los últimos 20 años, muchos institutos educativos cristianos y otras minorías han ido alejándose de las zonas rurales y se han multiplicado en la ciudad. Pero también hay cientos de niños pobres en varios pueblos donde no hay escuelas. Muchos pertenecen a minorías religiosas, lingüísticas y étnicas”. En este contexto, una reciente sentencia de la Corte Suprema ha declarado a las instituciones educativas de las minorías fuera del alcance del “Decreto sobre el Derecho a la Educación del 2009”, que regula la educación obligatoria en el país y reserva el 25% de las plazas en las escuelas públicas a los estudiantes de las clases pobres y desfavorecidas. El Tribunal Supremo confirmó el artículo 30 de la Constitución de la India, que consagra la libertad de enseñanza. “Sin embargo, el derecho a establecer y administrar las instituciones educativas no puede disociarse del derecho de las minorías a la educación. El espíritu de la Constitución es que se debe cuidar y asegurar el acceso a la educación a todas las minorías”, explica el padre Sagayam.
“Nosotros, como minorías cristianas - continua - tenemos el deber educativo no sólo hacia los niños de las minorías cristianas, sino también hacia otros sectores más débiles. El Evangelio de Jesucristo nos obliga a un compromiso ineludible al servicio de las necesidades de los más desfavorecidos. No se puede pensar en escuelas cristianas solo de alto nivel, con infraestructuras sofisticadas para acceder a doctorados o MBA. Además de estas instituciones, tenemos que reconsiderar nuestra opción preferencial por servir a los pobres y marginados”. Por ello, el p. Sagayam invita a “fortalecer los proyectos de las instituciones educativas que sirven a los pobres y oprimidos, especialmente en las zonas rurales”. (PA) (Agencia Fides 12/5/2014)


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