ASIA/CAMBOYA - “¿Quién es mi prójimo?” comienza el Año de la caridad en la comunidad de Phnom Penh

miércoles, 5 febrero 2014

Phnom Penh ( Agencia Fides) - Con el inicio del Año Nuevo Lunar, que se celebra en Oriente, se inicia en la comunidad católica en Phnom Penh el “Año de la Caridad”: lo ha puesto en marcha el obispo local, Mons. Olivier Schmitthaeusler en un carta pastoral difundida en todas las iglesias y enviada a la Agencia Fides. En la carta, el obispo recuerda las maravillas vividas en el Año de la Fe en la Iglesia local en 2013: la ordenación de los diáconos, muchos, más de 200 bautizos y 400 confirmaciones, el “sínodo diocesano de la juventud”, entre otras iniciativas.
Desde aquí se puede proclamar el 2014 como el “Año de la caridad” y luego continuar, con un programa de tres años, centrándonos en el tema de la caridad, hasta el año 2016. El obispo tiene la intención de centrar la atención de los fieles en la pregunta “¿Quién es mi prójimo?” . “Los próximos tres años nos ayudarán a responder con sencillez y verdad, y vamos a continuar nuestra reflexión sobre la Iglesia que queremos construir”, dice el texto .
En la carta enviada a la Agencia Fides se expresa el deseo de construir una “Iglesia en comunión”: “Precisamente porque la comunidad de Camboya es rica en diversidad cultural y social - recita el texto - estamos llamados a vivir como hermanos y hermanas, para dar cabida a las diferencias y vivir la experiencia de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, la comunión con Dios y en Dios”. “Estos años de Caridad nos ayudarán a darnos cuenta de los signos concretos de comunión en cada una de nuestras comunidades”, subraya.
El segundo deseo es ser “una Iglesia encarnada”: “La Buena Nueva de Jesús - recuerda el obispo - se anunció por primera vez en 1555 en Camboya. Hoy en día nuestra sociedad está cambiando, los hábitos están cambiando, el modelo de la familia que tenían las generaciones antes de Pol Pot se ha roto. El mensaje liberador de Jesús tiene que ser anunciado en este nuevo contexto. Es deber de todos hacer que la fe cristiana impregne nuestras vidas y nuestras decisiones diarias”.
El obispo dice: “Dios está del lado de la viuda, el huérfano y el extranjero. Todo bautizado tiene la responsabilidad de identificar y denunciar con valentía todas las situaciones de injusticia y corrupción que todavía están a favor de los fuertes y en detrimento de los débiles. Hago un llamamiento a una verdadera conversión de los corazones de cada uno de nosotros. Una nueva sociedad en la que se respeten la justicia y la igualdad, emerge si todo el mundo asume la tarea de trabajar por el bien común”. En este contexto, “los cristianos pueden representar el cambio”.
“Tres años de oraciones y reflexiones sobre la caridad - concluye - son también una oportunidad para compartir nuestra fe y nuestra caridad con todos los sectores de nuestra sociedad y en todos los niveles en los que todos están presentes, ya sea individualmente o en instituciones. El amor de Jesús es contagioso: que convierta nuestras comunidades para que sean signos entusiastas y alegres de la vida que han recibido en abundancia” (PA) (Agencia Fides 5/2/2014)


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