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Bogotá (Agencia Fides) – “Las protestas de los agricultores en el Catatumbo están justificadas. Es cierto que han llegado a medidas extremas, y nadie puede estar de acuerdo con esto, pero creo que la misma situación la viven los campesinos colombianos en diferentes partes del país”: con estas palabras se expresa, en una nota enviada a la Agencia Fides, Mons. Leonardo Gómez Serna, OP, obispo emérito de Magangué, Colombia, y presidente de la “Red de programas de Desarrollo y Paz” (Prodepaz), desde hace varios años al frente de la Prelatura del Bertrania, en la zona de Catatumbo, una de las zonas más pobres del norte de Colombia en el departamento de Santander.
La fuerte desigualdad social y la pobreza extrema, junto con la alta concentración de empresas y compañías de pozos de petróleo, han generado la protesta social de los campesinos que han bloqueado las calles y piden al gobierno que proteja su vida comunitaria y el patrimonio natural de la zona.
En el texto enviado a la Agencia Fides, Mons. Gómez Serna declara: “En esta región existen los mismos problemas que hace 30 años. Entonces no había ni siquiera escuelas. La Iglesia en aquel momento, organizó un programa de maestros misioneros para proporcionar educación a los niños y formación a la comunidad en base a los valores del Evangelio de Jesús, pero los problemas económicos persisten, faltan servicios públicos, carreteras, infraestructuras. Esperamos que ahora, después de las conversaciones en curso en La Habana entre el gobierno y las guerrillas de las FARC, y después de lo que ha ocurrido en el Catatumbo, el gobierno reconozca que hay que invertir en las zonas rurales así como en la tecnología, la educación y la salud”. El obispo ha hablado en la celebración de la “Semana de Reflexión” de “Redprodepaz”, celebrada en Cajicá (norte de Bogotá) del 15 al 19 de julio pasado, en el que también se ha discutido sobre el problema de desarrollo de las diversas regiones del país.
El problema de la tierra en el Catatumbo (véase Fides 15/07/2013), ha visto la participación de la Iglesia como una institución que ha tratado de mediar entre el gobierno y los agricultores, ha sido una cuestión muy compleja a nivel social y político, en la que también se estudió una posible intervención militar. (CE) (Agencia Fides, 24/07/2013)
