ASIA/MYANMAR - Los Obispos: educación, federalismo, armonía interreligiosa son los desafíos para la nación

jueves, 20 junio 2013

Pathein (Agencia Fides) – Para avanzar en la libertad, la fraternidad y la democracia, Myanmar debe afrontar algunos retos importantes: la situación de los pueblos indígenas; la paz en los conflictos con las minorías étnicas; la tutela de la armonía interreligiosa; la protección del medio ambiente; el tema de los refugiados. Lo afirman los obispos de Myanmar en un mensaje emitido al término de la Asamblea Anual de la Conferencia Episcopal. El mensaje, enviado a la Agencia Fides, está firmado por Su Exc. John Hsane Hgyi, obispo de Pathein y Presidente de la Conferencia Episcopal. Los obispos dicen que “se regocijan junto al pueblo” por los recientes cambios políticos y sociales que constituyen “una aurora de esperanza” para el país. Reafirmando que el criterio básico para juzgar la historia es “el respeto de la dignidad de la persona”; el mensaje identifica los principales retos de la nación, en este momento histórico.
El primer reto es garantizar la educación obligatoria para todos, un paso considerado esencial para el crecimiento equilibrado de la sociedad. “La nación - continúa el texto en el segundo punto - está herida por el rechazo de los derechos y la dignidad de los pueblos indígenas” que son víctimas de los traficantes de personas. Por este motivo, insta a la política a hacer un verdadero “viaje hacia la democracia”. El tercer punto es la “falta de voluntad política” para poner fin a los conflictos con las minorías étnicas: se podría abrir una era de paz y reconciliación, se dice, a través de la elección del federalismo. Hablando de los recientes conflictos interreligiosos entre budistas y musulmanes – continúa el cuarto punto - los Obispos recuerdan que “la palabra clave” del budismo es “compasión”, lo que indica la armonía como el bien supremo y la urgencia de apaciguar el fundamentalismo religioso
“Dios ha dado a la nación recursos naturales que deben ser protegidos y no expuestos a la explotación internacional”, indica el siguiente reto señalado por el episcopado, recordando la “tutela de la creación”. El último punto que se plantea es la de los millones de refugiados y desplazados birmanos, presentes en el país y en países vecinos como Tailandia y la India: “Sus lágrimas silenciosas y el trato inhumano que reciben grita justicia”.
Los Obispos concluyen señalando “la nueva era que amanece” que puede convertir Myanmar en una “tierra dorada, de oportunidades para todos”, y reiterando que la Iglesia está al servicio del desarrollo y el bienestar de la nación. (PA) (Agencia Fides 20/6/2013)


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