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Beirut (Agencia Fides) - Los refugiados sirios que han encontrado refugio en el Líbano son ahora más de un millón. Lo ha revelado el International Crisis Group (ICG), la organización no gubernamental independiente dedicada a la resolución de los conflictos que, en su último informe que acaba de publicar, se centra en los posibles efectos desestabilizadores de la afluencia masiva de refugiados en el frágil equilibrio de un país cuya población nacional supera de poco a los 4 millones de personas.
“La afluencia de refugiados de esta magnitud”, subrayan los analistas del ICG “sería un gran problema en todas partes. En el Líbano - con la fragilidad de las instituciones y de las infraestructuras, con un equilibrio político y confesional delicado, con las tensiones sociales exacerbadas por el deterioro económico – esto se convierte en una pesadilla”.
El impacto de la masa de los refugiados también se refleja en fenómenos como el aumento de la congestión en las ciudades y pueblos, los alquileres elevados, la escalada de la delincuencia. Pero, según el informe del ICG, la afluencia de refugiados amenaza con hacer que se precipiten los conflictos latentes que atraviesan la sociedad libanesa.
Los refugiados sirios, en su mayoría sunitas hostiles al régimen de Assad, se han centrado en las áreas del Líbano de mayoría sunita, siguiendo el criterio de homogeneidad confesional. Pero incluso allí - dice el informe ICG - “la paciencia empieza a agotarse”
Afloran de nuevo estereotipos y prejuicios sobre los sirios que son considerados como personas ignorantes, criminales o soldados irregulares. La hostilidad asume colores aún más fuertes entre los chiíes y cristianos. Los milicianos chiítas de Hezbollah temen que los sunitas anti-Assad puedan eventualmente aumentar el activismo en contra de su movimiento. Mientras que a a los cristianos en constante alarma por un equilibrio demográfico que les penaliza cada vez más, la afluencia incontrolada de los refugiados sirios recuerda el trágico período de la guerra civil libanesa y el papel jugado en ella por la presencia militarizada de campos de refugiados palestinos.
El informe de ICG aporta algunos consejos prácticos después de analizar la situación: Según los autores del documento, “es necesario poner el tema de los refugiados en el centro del próximo programa de gobierno”. Se debe aumentar la presión sobre los países occidentales y los países árabes para que intensifiquen su compromiso en los programas de apoyo, lo que facilitará la concesión de visados para los sirios que huyen de la guerra civil. En particular, el grupo de países donantes debe absolutamente “poner a disposición mil millones de dólares que se consideran necesarios para la acogida de los refugiados en el Líbano de aquí a diciembre de 2013”. Además, los planes de rescate también deben ser realizados extendiendo el apoyo a los más pobres de la población libanesa. (GV) (Agencia Fides 14/5/2013)
