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Aleppo (Agencia Fides) - “Han cantado 'Cristo ha resucitado', y mientras repetía esas palabras de alegría y triunfo, todos tenían lágrimas en los ojos. Sus oraciones se mezclaban con sus lágrimas”. Con esta imagen el obispo caldeo de Aleppo Antoine Audo, resume a la Agencia Fides la Pascua que acaban de celebrar en Siria las comunidades cristianas orientales que siguen el calendario juliano. Al sufrimiento que la guerra civil causa a todas las personas, para las comunidades cristianas de Aleppo se suma la aprehensión por los pastores que están en manos de secuestradores no identificados.
Dos sacerdotes fueron secuestrados hace ya tres meses, y han pasado dos semanas desde el secuestro de Mar Gregorios Yohanna Ibrahim y de Boulos al-Yazigi, los obispos sirio-ortodoxo y greco-ortodoxo de Aleppo. “Todo el pueblo” informa a la Agencia Fides Mons. Audo “sigue hablando de ellos. Todo el mundo se pregunta qué será de los obispos, de los sacerdotes, y de ellos mismos. El tiempo que pasa no es una buena señal”.
La lucha diaria por la supervivencia también impide tener una percepción clara y global en relación al conflicto, a las consecuencias de los ataques aéreos israelíes y a los peligros de contagio a escala regional. “A menudo nos encontramos sin electricidad, no hay agua, es difícil ver la televisión o encontrar el tiempo para informarse. Como presidente de Cáritas paso todo el tiempo recibiendo a gente en busca de ayuda. Y he tenido que cancelar todo viaje fuera de Aleppo, ya que moverse se ha vuelto peligroso”. (GV) (Agencia Fides 6/5/2013).
