ASIA/BANGLADESH - Un misionero: “El colapso de la fábrica se une a los elementos de descontento: situación explosiva”

lunes, 29 abril 2013

Dhaka (Agencia Fides) – “El episodio del derrumbamiento de la fábrica en las afueras de Dhaka ha conmocionado a la nación y se ha agregado a todos los elementos de descontento en la sociedad”, dice el padre Silvano Garello, misionero javeriano desde hace 40 años en Dhaka. “Hay situaciones y tensiones subyacentes que pueden estallar en cualquier momento y que afectan a la esfera política, la religión, el trabajo”, explica. Según un balance dado a conocer por las autoridades, de los 3.000 trabajadores enterrados entre los escombros, alrededor de 2.430 personas (entre muertos y heridos) han sido hallados, los cuerpos sin vida encontrados son 381, el resto siguen desaparecidos. Ahora comenzarán a trabajar las excavadoras, abandonada toda esperanza de encontrar nuevos supervivientes.
El p. Garello recuerda: “Los que trabajan en la industria textil protestan por la falta de seguridad y por la paga irrisoria. En muchos casos no hay respeto por la dignidad del trabajo y de la vida misma: los trabajadores son tratados como esclavos. También las compañías occidentales - que comisionan el trabajo a las fábricas locales - han vuelto la mirada hacia otro lado, mientras que en el pasado se habían pronunciado excluyendo empresas que emplean mano de obra infantil”.
Mientras tanto, “hay fuertes tensiones sociales y políticas. Los partidos políticos no están de acuerdo sobre las nuevas elecciones, que deberían ser a finales de este año. Las fuerzas en campo no confían en el gobierno, no hay diálogo y se ha entrado en una fase de estancamiento”. En este escenario entran los “grupos islámicos fundamentalistas que promueven leyes típicamente musulmanas, como la ley de la blasfemia, siguiendo el modelo paquistaní. Hasta ahora, el país ha dado ejemplo de un Islam moderado, pero no sabemos que pasará en el futuro. En las últimas semanas se han producido ataques contra templos hindúes y comunidades budistas, esto pone en alerta a las minorías religiosas, incluidos los cristianos. Como misioneros católicos, promovemos pacíficamente los valores cristianos del diálogo, la fraternidad, el amor al prójimo, el testimonio y las obras sociales”. (PA) (Agencia Fides 29/4/2013)


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