ASIA/SIRIA - Los Patriarcas de los obispos secuestrados: “que Dios ponga fin a la tragedia de nuestro pueblo”

miércoles, 24 abril 2013

Damasco (Agencia Fides) – Una súplica a los secuestradores para que respeten la vida de los rehenes, “absteniéndose de cualquier acto de violencia que no es útil si no solo a los enemigos de nuestro país; una llamada a abandonar “cualquier cosa que permita o promueva el conflicto confesional y de parte, entre los que pertenecen a una misma patria”; una invitación a “nuestros conciudadanos, de todas las confesiones islámicas, a trabajar juntos, unos con otros, a fin de demostrar que nos negamos a considerar al hombre como un producto de compra o venta, un escudo útil en guerras, o una mercancía política o financiera”.
Estos son algunos de los pasajes más elocuentes del comunicado de 7 puntos firmado el martes 23 de abril por el Patriarca greco-ortodoxo de Antioquía Yohanna X Yazigi y el Patriarca sirio-ortodoxo Mar Zakka I Iwas, en relación con el tema de los dos obispos de Aleppo secuestrado el día anterior. Uno de los dos secuestrados, el Metropolitano greco-ortodoxo de Aleppo Boulos al-Yazigi, es el hermano del Patriarca greco-ortodoxo Yohanna. El otro obispo que ha caído en manos de los secuestradores es el metropolitano sirio-ortodoxo de Aleppo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim.
La triste historia de los dos obispos secuestrados y de su chófer asesinado durante el secuestro da pie a los dos Patriarcas de expresar algunas consideraciones sobre las dramáticas condiciones experimentadas por el pueblo sirio y sobre el futuro de los cristianos en Oriente Medio: “Los cristianos de estas tierras”, escriben Yohanna X y Mar Zakka I, “son una parte esencial de la composición demográfica de los pueblos a los que pertenecen. Sufre junto con cada persona que está en sufriendo y trabajan como agentes del bien, para evitar la injusticia contra los que son maltratados”.
“Nosotros – continúan los dos Patriarcas - comprendemos la preocupación de los cristianos, como consecuencia de ese evento. Les invitamos a ser pacientes, a preservar su fe, confiando en Dios, cuya fuerza también trabaja en medio de nuestras debilidades. Creemos que el permanecer en nuestros países origen y el hacer todo lo posible para que seamos una tierra de paz y convivencia, es una herramienta excelente y efectiva para defenderlos”. (GV) (Agencia Fides 24/4/2013).


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