AFRICA/SOMALIA - “He visto signos de esperanza”, dice Mons. Bertin que acaba de regresar de Mogadiscio

viernes, 12 abril 2013

Mogadiscio (Agencia Fides)- “He visto signos concretos de esperanza, aunque las nuevas instituciones estatales no están aún en pleno control de la situación sobre el terreno”, dice a Fides Su Exc. Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Djibouti y Administrador Apostólico de Mogadiscio, que acaba de regresar de una visita a la capital somalí.
“He regresado a Mogadiscio tras seis años de ausencia”, dijo el obispo. “He visitado el casco antiguo, la zona de Medina y la que esta hacia el quinta, sexto, séptimo kilómetro, y lo que más llamó mi atención fue la ausencia de los puestos de control de las distintas milicias”. Así que tuve la impresión de una ciudad que ya no está dividida sino unificada. Otra cosa que me llamó la atención es que no se oyeron disparos, aparte de un par aislados. He visto a muchos empresarios que están tratando de reconstruir y renovar edificios. Todos estos son signos de esperanza”, subraya.
“Mi visita tenia varios propósitos”, continúa Mons. Bertin. “Por un lado, comprobar la situación humanitaria. En estos años Cáritas Somalia ha logrado mantener sus actividades a través de socios locales. Una de estas realidades son los campos de desplazados internos. Se trata bien de habitantes de Mogadiscio que han perdido sus hogares en la guerra, o, la mayoría de los casos, de gente llegada del interior debido a la inseguridad o la sequía”.
“A pesar de la mejora de las condiciones climáticas, es difícil pensar en un retorno a corto plazo, de las personas desplazadas de las zonas rurales, debido a que todavía están en manos de los Shabaab”, afirma el obispo.
“Otro objetivo era comprobar el estado de la catedral, que está ocupada por un grupo de desplazados. El estado del edificio es penoso y veremos lo que podemos hacer para recuperarlo”, dice Mons. Bertin.
“Por último hemos tenido reuniones en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de Asuntos Sociales para iniciar un acuerdo sobre la apertura de nuestra presencia de manera más directa, incluida la reapertura de un lugar de culto”, dice Mons. Bertin. “Me reuní con interlocutores abiertos y disponibles, pero el problema es que hay una gran brecha entre las instituciones del Estado que están renaciendo y la situación concreta.
Si las instituciones del estado están disponibles para nosotros, entonces tenemos que ver qué se puede hacer, ya que los mismos edificios públicos están ocupadas por personas que se han apoderado por la fuerza o por desplazados”.
A pesar de las dificultades Mons. Bertin no se da por vencido, y concluye: “Tengo la intención de volver tan pronto como sea posible para reunirme con el Presidente o el Primer Ministro o el Ministro de Relaciones Exteriores para continuar esta discusión”. (L.M.) (Agencia Fides 12/4/2013)


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