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Amman (Agencia Fides) - La Iglesia católica en Jordania ofrece sus oraciones por todos los candidatos, pero no sostiene a ninguno en particular. Así, el Arzobispo Maroun Laham, Vicario Patriarcal para Jordania del Patriarcado Latino de Jerusalén, sintetiza a la Agencia Fides el enfoque eclesial ante las elecciones parlamentarias jordanas previstas para el 23 de enero. “El Patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal”, recuerda el Arzobispo Lahham “ya ha dirigido un mensaje oficial a los cristianos, invitándolos a ir a votar. Obviamente, yo voy a votar también. En los últimos días han venido a visitarnos varios candidatos, también musulmanes. A todos les hemos prometido nuestras oraciones y bendiciones. Pero la Iglesia no hace campaña por ningún candidato en particular”.
Los ciudadanos jordanos que están llamados a ir a las urnas son casi 2 millones y 300 mil. Compiten por los 150 escaños en la Cámara baja del Parlamento 1.425 candidatos, entre ellos 191 mujeres. Nueve de los escaños en juego están reservados a candidatos cristianos. Los candidatos pertenecientes a varias realidades eclesiales están distribuidos en listas diferentes.
Las elecciones han estado boicoteadas por el Frente de Acción Islámica, la formación vinculada a los Hermanos Musulmanes que representa la principal fuerza de oposición. Entre los candidatos abundan los partidarios de la monarquía hachemita y hombres de negocios. Según Mons. Lahham “todos están a la espera de ver si el nuevo Parlamento será capaz de iniciar las reformas que necesita el país”. El Arzobispo considera significativo que el Primer Ministro será nombrado por primera vez por los grupos de los candidatos que hayan obtenido la mayoría, y no por el rey. Para Mons. Lahham la severidad mostrada hacia la compra de votos también es una señal elocuente.
Al mismo tiempo, en todas las evaluaciones sobre las posibles evoluciones del marco político, se deben tener en cuenta ciertos factores determinantes para el perfil del país: “El reclamo a una mayor agregación del consenso político”, señala el Arzobispo “sigue siendo el tribal. Se decide votar por un miembro según la propia tribu. La dinámica de los clanes tribales y familiares tiene mucho peso. Hoy también, los periódicos cuentan la historia de una candidata obligada a divorciarse de su marido después de que ella se negase a retirarse de las elecciones para favorecer a un candidato perteneciente a la familia de él”. (GV) (Agencia Fides 21/1/2013).
