EUROPA/ITALIA - Signos de esperanza después del trágico terremoto en Haití

lunes, 14 enero 2013

Milán (Agencia Fides) – Tres años después del terrible terremoto que devastó la isla de Haití, a pesar de que la nación caribeña sigue estando en grandes dificultades, las historias de algunos de sus habitantes se distinguen por una nota de esperanza. Es el caso de un joven estudiante que estaba inscrito en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Haití en el momento del terremoto, y que fue llevado a Italia por la Camillian Task Force de los Camilos (MI) inmediatamente después del terremoto. Actualmente vive en Milán, donde sigue estudiando.
Roody tiene 24 años, ha perdido un brazo y una pierna por el terremoto. En una entrevista concedida a las Camillian Task Force, el joven narra aquellos terribles días del 2011. “Después del fuerte temblor pasé dos noches bajo los escombros hasta que oí el sonido de los helicópteros, estaba seguro de que me iban a encontrar”, recuerda el joven. “Por desgracia, no había sitio en los hospitales y tuve que regresar a casa por unos días sin recibir tratamiento. Cuando los brazos y las piernas comenzaron a infectarse, fui con mi padre a las tiendas que la Marina Militar había montado y un soldado me dijo que perdería el pie. Después del desconforto inicial me puse bajo el cuidado de los médicos de abordo que me amputaron un brazo y una pierna. En ese barco conocí a un padre Camilo que nos preguntó a los heridos si nos gustaría ir a un lugar más seguro, por lo que esa noche nos llevaron al Saint Camille Hospital, donde comenzaron a cuidar de nosotros, de forma gratuita”.
“Sin ellos - continua Roody - no habría podido soportar los costes de tratamiento, se han encargado de los gastos de la prótesis, construida en Haití, gracias a la cual he podido volver a caminar. En el hospital encontré al hermano Lucas Perletti, MI, quien me preguntó si quería continuar mis estudios en otro lugar. Así, el 9 de octubre del 2011, los Camilos me llevaron a Italia, se encargaron de todo y una vez obtenidos los documentos de mi universidad en Haití, estudio en Milán, donde todavía no tengo muchos amigos, pero he conocido a los voluntarios de la asociación de la Misericordia que me están ayudando. Quiero terminar mis estudios y conseguir un trabajo si es posible en Italia o en un país donde sea más fácil para mí caminar y trabajar”, concluye Roody. (AP) (14/1/2013 Agencia Fides)


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