AMERICA/GUATEMALA - “Los conflictos que vive el país aún no se han resuelto”: documento de los Obispos sobre la situación

lunes, 19 noviembre 2012

Guatemala (Agencia Fides) – “¿Entonces, qué debemos hacer?” (Lc 3,10) es el título del documento, recibido en la Agencia Fides, firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, Su Exc. Mons. Rodolfo Valenzuela Nuñez, Obispos de Verapaz, y por le Secretario de la Conferencia, Su Exc. Mons. Bernabé Sagastume, Obispo de Santa Rosa, en el que los Obispos presentan una reflexión sobre la situación del país después de los últimos eventos catastróficos y en el clima de conflicto y violencia.
“Después del terremoto, estamos llamados a la solidaridad”, escriben los Obispos: “Esta tragedia nos une a los guatemaltecos en el dolor pero debemos también verla como una llamada a la generosidad y solidaridad entre hermanos, a reaccionar unidos en la esperanza”. Después el documento se detiene a describir la situación general: “Constatamos los temores profundos en que vive prácticamente la totalidad de la población: temor a perder la vida, temor a ser asaltados, temor a ser extorsionados, temor a que los hijos vayan por mal camino, temor a no tener empleo, temor a padecer alguna necesidad extrema, a la enfermedad sin tener el mínimo indispensable para atenderla. Todos estos temores profundos nos hacen ser más desconfiados, muchas veces más agresivos, y ante la violencia imperante y expresada de tantas maneras, nos encontramos dispuestos a reaccionar con violencia. La conflictividad histórica no ha sido resuelta. Vemos que ha aparecido un nuevo conflicto: el Estado no ha sido capaz de orientar la inversión privada al bien común. Los más pobres, indígenas, campesinos, quienes no han tenido educación formal, son los grandes olvidados del sistema”.
Los Obispos se preguntan “¿qué debemos hacer ante esta situación?” y sugieren: “Fomentar el Estado de derecho,las instituciones deben ganarse la confianza con acciones dirigidas al bien común. Pedimos la disponibilidad de todos a trabajar por el país. El gobierno debe disipar las sospechas de ser un gobierno militarista, lo logrará por medio de su empeño en fortalecer procesos democráticos. Impulsar, desde todos los sectores del país, una dinámica de “nacionalidad fundada en la fraternidad”. El texto concluye diciendo: “Confiamos a la Virgen del Rosario, nuestras penas y nuestras luchas para salir adelante en la tarea de superación de los conflictos sociales”. (CE) (Agencia Fides, 19/11/2012)


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