AMÉRICA - 600 millones de niñas son víctimas de la violencia y se ven obligadas a casarse para sobrevivir

miércoles, 24 octubre 2012

Bogotá (Agencia Fides) - De los 600 millones de niñas adolescentes que viven en países en vías de desarrollo, muchas siguen siendo invisibles para las estructuras y los programas nacionales. Millones de ellas viven en la pobreza, son víctimas de discriminación de género y de desigualdad, están sujetas a diversas formas de violencia, abusos y explotación, incluido el trabajo infantil y el matrimonio precoz. América Latina y el Caribe es la única región donde en algunos países se registran tasas de fecundidad adolescente que, en lugar de disminuir, son estables o van en aumento. Actualmente, la tasa media en el grupo de edad entre los 15 y 19 años es de 70,5 por cada 1000 nacidas. Muchas quedan embarazadas prematuramente, se dedican a la crianza de los hijos, se casan ​o viven con su pareja. La mayoría provienen de zonas rurales y pobres, muchas de ellas son víctimas de violencia sexual. Para muchas, el embarazo, el matrimonio, o por lo menos la unión de pareja, es la única manera de sobrevivir. Todas estas niñas y adolescentes son muy vulnerables y la mayoría abandonan la escuela, lo que limita sus posibilidades de encontrar un empleo, así como su autonomía, y se hacen cada vez más dependientes de los demás, que a menudo son sus propios verdugos.
El matrimonio infantil es otro fenómeno grave que afecta a muchas niñas. Según las últimas estadísticas de UNICEF, 70 millones de jóvenes entre 20 y 24 años, una de cada tres, se casó antes de cumplir los 18 años, y 23 millones antes de los 15 años. En todo el mundo, 400 millones de mujeres de entre 20 y 49 años se casaron siendo pequeñas. En Bolivia, más de 800.000 niños y niñas de 5 a 17 años trabajan por debajo de los parámetros de la legislación nacional e internacional, entre ellos 364.000 son niñas, en su mayoría involucrados en trabajos peligrosos.
Más de un millón de niñas realizan las tareas domésticas, expuestas a peligros tales como fuego, gas, productos químicos, herramientas peligrosas. Las familias prefieren enviar a sus hijos a la escuela y dejar en casa a las chicas. Entre las razones principales del abandono de la escuela están las largas distancias desde las casas a la escuela, la necesidad de trabajar por problemas económicos, la inscripción retrasada, el trabajo doméstico y el compromiso con los niños y el embarazo. (AP) (24/10/2012 Agencia Fides)


Compartir: