AFRICA/SIERRA LEONA - Taylor condenado a 50 años de reclusión; “pero ¿quién recompensará a las víctimas de la violencia?”, se pregunta un misionero.

miércoles, 30 mayo 2012

Freetown (Agencia Fides)- “Es una señal que los hombres se acuerden que hay que expiar las culpas, pero no se trata ciertamente de la verdadera justicia, que dejamos a la misericordia de Dios”, afirma el padre Gerardo Caglioni, misionero javeriano con una larga experiencia en Sierra Leona, al comentar a la Agencia Fides la pena de 50 años de prisión impuesta hoy por la Corte Penal Internacional de la Haya, al ex presidente liberiano Charles Taylor. El 26 de abril, la CPI había juzgado a Taylor como culpable de ayudar y apoyar los crímenes de guerra cometidos en Sierra Leona durante la guerra civil (1991-2002). La Corte sostiene que Taylor ha proporcionado ayuda material, asistencia y apoyo moral a los rebeldes del RUF (Frente Revolucionario Unido) que actúan en Sierra Leona.
“El daño que Taylor ha hecho es irreparable. Basta pensar en los miles y miles de personas obligadas a desplazarse de un país a otro, con traumas de los que todavía están afectados los niños soldados y el resto de la población por los abusos sexuales y la violencia inaudita, física y moral, que no puede ser reparada por los hombres”, dice el padre Caglioni. “Me viene a la mente un chico al que los guerrilleros del RUF quemaron vivos a sus padres dentro de la cabaña, les cortaron las orejas y antes de matar a su madre le pidieron que abusase de ella. Ahora ese chico está solo, sin familia, con trastornos psiquiátricos que nadie será capaz de curar”. “Ante miles de casos como estos, los 50 años de prisión que han infligido a Taylor no pueden ofrecer una esperanza real a estas personas. Así que creo que la humanidad debería dar un trozo de vida a las víctimas de Taylor, dándoles una oportunidad de redención diferente”, afirma el misionero.
El p. Caglioni se detiene a comentar la actitud de Taylor: “Durante el curso del juicio no mostró ningún signo de arrepentimiento real por las tragedias que ha causado. Espero que pueda arrepentirse y reconciliarse con Dios, con la humanidad y por sobre todo con sus víctimas”.
Por último el misionero recuerda que ayer, 29 de mayo, era el aniversario de la Prefectura Apostólica de Makeni formada en 1952 (que más tarde se convirtió en diócesis). “La Iglesia en Makeni ha sufrido la peor forma de violencia causada por el RUF. Y esta iglesia ha sido capaz en los últimos años de sanar, de alguna manera, las heridas supurantes dejadas por la guerra civil. Ha sido la Iglesia la que ha dado un rescate moral, así como material a la población traumatizada por tanta violencia”, concluye el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 30/5/2012)


Compartir: