AFRICA/MALAWI - Los primeros 50 días del nuevo Presidente, “un País que ha logrado cambiar de manera pacífica, reapropiándose de su futuro”

miércoles, 23 mayo 2012

Lilongwe (Agencia Fides) - Ha pasado un mes y medio desde el 7 de abril, cuando el entonces Vicepresidente de la República de Malawi, Joyce Hilda Banda, prestó juramento y fue nombrada primera mujer Presidente de Malawi (y la segunda mujer en toda África) a ocupar este cargo, tras la repentina muerte del presidente Bingu wa Mutharika, el 5 de abril.
El p. Piergiorgio Gamba, misionero monfortino que vive desde hace décadas en Malawi, ha enviado a la Agencia Fides algunas reflexiones sobre las primeras semanas del mandato de la nueva Presidente.
“Para cada Presidente electo, los primeros 100 días se consideran los más importantes por las elecciones que se realizan. A casi 50 días después de su toma de posesión, se perfila un camino de la Presidencia de Banda que ha desmantelado casi por completo el régimen anterior. Los primeros pasos dados por parte del nuevo Jefe de Estado han sido la eliminación de aquellas personalidades que representaba el poder del ex Presidente, desde el Ministro de Información, Patricia Kaliati, el jefe de la policía Peter Mukhito, el director del Banco de la Reserve Bank al Jefe de la Anti Corruption Bureau Alex Namphota, hasta el nombramiento del nuevo Director de la Comisión Electoral.
En una segunda fase, se ha procedido a la revisión de las leyes aprobadas en los últimos años consideradas contra la libertad: desde la ley que dio poderes represivos a la policía, o que concedía a un ministro el derecho de cerrar un periódico, hasta la ley sobre el vestir de forma indecente”.
Pero el p. Gamba subraya que es urgente corregir el marco económico del país: “es necesario detener inmediatamente la inflación, crear puestos de trabajo, pagar los salarios... en medio de una serie de huelgas anunciadas por muchos grupos y empresas que piden actualizar los salarios con el aumento de la inflación”.
Sin embargo, e misionero hace hincapié en el ejemplo que está dando Malawi: “Un país que ha logrado cambiar de manera pacífica, apropiándose de nuevo de su futuro. Este es el resultado de la sabiduría de África capaz de esperar y de un pueblo que en la pobreza, mantiene alta la dignidad de sus elecciones y de la conducta de vida. Una dignidad que llega incluso a aceptar tener un presidente que se equivoca y lo respeto como uno de su propia tribu y, al mismo tiempo ser capaz de encontrar el camino de la democracia y el desarrollo”. “Si es posible para un país pobre permanecer anclado en la dignidad y la democracia, ¿por qué no podría suceder esto en el resto de África y del mundo?” concluye el p. Gamba. (L.M.) (Agencia Fides 23/5/2012


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