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Ulaanbatar (Agencia Fides) – Al caer el régimen comunista en 1991, no parecía que hubiese católicos en Mongolia. En 2006 eran 600, incluidos 350 mongoles nativos, y la primera vocación del país surgió en el año 2008. Ahora, gracias a la presencia de los misioneros salesianos vietnamitas, el proceso de evangelización de la Iglesia católica en Mongolia se va renovando. En 1992, con la nueva constitución que reconoce la libertad de religión, varios sacerdotes salesianos de Vietnam se dedicaron a la recuperación de la iglesia local, construyeron lugares de culto y ayudaron a la población que dejaba atrás décadas de dictadura. En la actualidad, a pesar de que la comunidad católica sigue siendo pequeña, la iglesia local realiza una gran obra de asistencia, favoreciendo las oportunidades de formación para todos y fomentando la participación en actividades sociales nuevas y creativas. La misión de los Salesianos vietnamitas ahora dispone de una guardería, una escuela de formación técnica, comedores sociales, dos granjas y un centro de acogida para 120 niños con discapacidad. Los grupos salesianos que se ocupan de las actividades sociales ayudan a los niños de la calle de la capital, Ulaanbatar, y a las mujeres maltratadas. En 2002 el Papa Juan Pablo II nombró al primer Obispo de la región, Mons. Wenceslao Padilla, misionero filipino CICM (Congregación del Corazón Inmaculado de María), quien dirigió desde su comienzo la missio sui iuris (1992), y después fue designado Vicario Apostólico (2002) y más tarde Prefecto Apostólico de Ulaanbaatar (2003).
Entre otras iniciativas, en 1997 se terminó la Catedral de San Pedro y Pablo. En 2004 se publicó la primera edición de la Biblia en lengua mongol, así como varios libros de oraciones. Actualmente trabajan en Mongolia sesenta misioneros de diferentes países y se han construido cuatro parroquias,la última en 2007 en la ciudad industrial de Darhan, al norte del país. (AP) (15/2/2012 Agencia Fides)
