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Mbabane (Agencia Fides) – En Swaziland acaba de empezar el nuevo año escolar. Entre las caritas que pueblan las clases de este país montañoso, hay unos 140.000 huérfanos y niños vulnerables (OVC’s). "Además de no tener uniformes escolares, los huérfanos no tienen ni siquiera ropa de abrigo", según cuanto ha informado un profesor de la Central Primary School di Motshane. Muchos de ellos vienen a la escuela en ayunas. Este año, además, hay una mayor preocupación porque los directores de las escuelas les han negado la entrada debido a la falta del pago de las cuotas anuales, creando un punto muerto entre Swaziland Principals' Association (SWAPA) y la oficina del Deputy Prime Minister’s (DPM),responsable del pago.
Algunas escuelas ya han enviado a casa a los niños que no pagan. Este es un grave obstáculo para que Swatziland logre el segundo objetivo del milenio que se refiere a la educación primaria universal, que debía ser lanzada en 2008, pero que ha sido pospuesta debido a la falta de fondos. Al ser introducida el año pasado, ha previsto importantes avances para el 2011 en los servicios y en el personal. El gobierno ha ordenado aulas móviles en las escuelas superpobladas y ha contratado a más maestros. Desafortunadamente, el problema de los huérfanos y de los pobres amenaza con opacar este progreso. Uno de cada cuatro swazis en edades comprendidas entre los 15 y 49 años de edad es VIH positiva, y la alta tasa de mortalidad de las personas en edad reproductiva hace pensar en un gran número de niños que crecerán sin padres. Agrava el problema de la matrícula escolar el hecho de que alrededor del 70% de la población de más de un millón de personas viven por debajo del umbral de pobreza con menos de dos dólares al día. De los 579 estudiantes de la Escuela Ngwenya Central Primary de Mbabane, 239 son huérfanos o niños vulnerables que necesitan la ayuda del gobierno, mientras que en la cercana escuela de Motshane hay 135 OVC's sobre un total de 441 estudiantes. Para este año escolar el gobierno se ha comprometido a pagar sólo un tercio del importe como depósito inicial. La pobreza y el SIDA amenazan con dejar una huella imborrable en las generaciones futuras de este país. (AP) (21/1/2011 Agencia Fides)
