ASIA/MONGOLIA - Crece la esperanza de la comunidad católica

jueves, 22 julio 2010

Arvaiheer (Agencia Fides) - Las esperanzas, la alegría y el optimismo de la pequeña comunidad católica en Mongolia crecen: en particular, gracias a un grupo de Misioneros de la Consolata (religiosos y religiosas) ha iniciado una comunidad en la ciudad de Arvaiheer, capital de la región de Uvurhangai, en la zona meridional de Mongolia
El día de Pentecostés, 23 de mayo de 2010, fue “un día muy especial de celebración para la misión de Arvaiheer”, explica padre Daniel Giolitti IMC. Seis mujeres del lugar han sido bautizadas. “Desde nuestra llegada a Mongolia en 2003, estos son los primeros frutos visibles de nuestra presencia de evangelización en este país”.
“Queremos dar gracias al Señor - continúa el misionero – por estas opciones de vida sobre las cuales se construye la comunidad cristiana. Para estas seis nuevas hermanas en Cristo es realmente una opción radical de vida, teniendo en cuenta el contexto en el que viven y la novedad del mensaje cristiano para toda esta población”. Battogoo (Lucía) es la más joven (23 años); Perlimaa (Rita) y Diimaa (Elizabeth), dos hermanas de una familia numerosa; Narantuya (Catalina) y Otgonbayr (Magdalena) madres de familia y, finalmente, Deejit (Anna) “han realizado un recorrido de descubrimiento de la fe y, a continuación de preparación sacramental durante más de dos años; durante este tiempo nos han abierto espirales en sus familias, cansados de la pobreza y de las pruebas de una vida nada fácil”.
“Para nosotros ha sido una gracia ver cómo estas vidas estaban ya marcadas misteriosamente por la presencia de Dios que las ha conducido a este encuentro personal con Jesús”, ha dicho el p. Giolitti, afirmando que este feliz acontecimiento alienta ulteriormente la misión.
Desde el 19 de septiembre de 2006 un pequeño grupo de misioneras de la Consolata reside permanentemente en Arvaiheer. El camino para obtener el reconocimiento legal necesario en una región donde la Iglesia no estaba presente, comenzó formalmente en el verano de 2005. A principios de 2007 el gobierno local dio el permiso para ejercer libremente las actividades religiosas en la región de Uvurkhangai. Y así nació la nueva misión que comienza a ver los primeros frutos.
La Iglesia católica en Mongolia tiene un Obispo y tres parroquias con casi 200 mongoles bautizados, un gran número de catecúmenos, numerosos grupos y obras de apostolado, estructuras pastorales muy frecuentadas y muy activas, como un jardín de infancia, una escuela politécnica, centros para niños de la calle, una escuela para personas con discapacidad, un hogar para madres solteras. La obra misional que comenzó hace sólo 10 años, la llevan a cabo 50 personas entre misioneros y religiosos. (PA) (Agencia Fides 22/7/2010)


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