AFRICA/NIGER - Todo niño tiene derecho a la alimentación y la atención sanitaria

martes, 8 junio 2010

Niamey (Agencia Fides) - La falta de medios de transporte, el estilo de vida rural y la presión ejercida sobre las mujeres para que trabajen en el campo, contribuyen a agravar las formas de malnutrición en los niños del Níger que no pueden completar los programas de alimentación terapéutica a los que deben someterse. En algunas zonas rurales remotas, los centros de salud donde se administran estos tratamientos, están muy lejos para llegar. Desafortunadamente parece que un niño desnutrido de cada cinco de los que reciben estos programas, en las provincias meridionales de Maradi y Zinder, interrumpe el tratamiento porque viene de Nigeria. La terapia intensiva, de hecho, tiene una duración de ocho semanas. Debido a la interrupción, el número de niños gravemente desnutridos que se registran en los programas terapéuticos, aumenta semana tras semana. Se han registrado 8 mil casos la semana pasada.
Según el coordinador de UNICEF en la capital, Niamey, al comienzo del año las agencias humanitarias se han encargado de 84.000 niños con malnutrición grave. En la provincia sudoriental de Diffa, donde trabaja la Ong Save the Children la situación está empeorando. La organización tiene previsto ampliar la ayuda a todos los centros de salud de los distritos de Diffa, en los que trabaja. Desde Zinder y Maradi se tarda demasiado tiempo en ir y volver al centro, además los maridos no quieren que sus esposas e hijos están allí por mucho tiempo solos, y en vista de la temporada de cosecha, las mujeres que trabajan en los campos, se ven obligadas a regresar a casa. En algunas zonas, el 70% de las aldeas distan más de 15 Km. de los centros de salud, algunos incluso hasta 50 Km., ¡se necesitarían tres días para ir y tres días para volver!
La tasa de desnutrición aguda general en Diffa es el más alto en la región, con un 17,4%. En el norte de la provincia también ocurre que al volver a un pueblo después de un mes este ya no está allí. Los niños que siguen la terapia deben ser controlados al menos una vez a la semana para ver si están ganando peso, si no han tenido otras complicaciones, y si los alimentos altos en calorías para ellos no se están dando a otros miembros de la familia. En Níger, la atención sanitaria para niños menores de cinco años y para mujeres embarazadas es gratuita, pero las medicinas no son nunca suficientes. (PA) (Agencia Fides 8/6/2010)


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