AFRICA/SENEGAL - El bandidaje sigue amenazando la estabilidad de la Casamance, región contigua a Guinea Bissau: en el fondo el espectro del narcotráfico

martes, 16 junio 2009

Dakar (Agencia Fides) - Tres personas han sido asesinadas en los últimos días en tres diversos robos en la calle, una mujer ha perdido una pierna por causa de la explosión de una mina. Estos últimos episodios ponen en evidencia las dos plagas que afligen Casamance: el bandidaje y la presencia de minas y artefactos explosivos, heredados de la guerra civil que terminó oficialmente en 2004.
Casamance es una región de Senegal, ubicada entre Gambia, Guinea Bissau y Guinea Conarky, donde en 1982 el Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) inició una lucha armada para pedir la secesión del área del resto del país. Después de años de guerra civil, que provocó de 3 mil a 6 mil muertos entre los civiles y 60 mil desplazados internos, en 2004 fue firmado un acuerdo de paz, pero Casamance no ha vuelto a encontrar la seguridad. Por un lado el conflicto ha dejado sobre el terreno miles de mines y artefactos todavía sin explotar, mientras una parte de los guerrilleros no sólo no ha depuesto las armas sino que se ha dado al bandidaje. Por lo que respecta al primer punto, un estudio del Programa de Desarrollo de la ONU del 2006 afirma que son 93 las localidades de Casamance contaminadas por minas y artefactos sin explotar, con un total de 90 mil personas directamente amenazadas por la presencia de estos instrumentos de muerte que pueden permanecer activos sobre el terreno por muchos años.
La explosión del bandidaje está vinculado a la falta de desarme de la población, a la fuerte desocupación y a la explosión del conflicto interno al MFDC que se ha dividido al menos en tres grupos en lucha entre ellos. Estos grupos parecen haber abandonado progresivamente sus originales reivindicaciones políticas para dedicarse cada vez más a los robos por la calle. El grave estado de inseguridad provocado por el bandidaje amenaza la distribución de alimentos y la prosecución de los programas sanitarios y educativos conducidos por diversos organismos humanitarios que trabajan en la región. Desde el 1 de mayo de este año han sido señalados al menos 20 asaltos callejeros sólo en el departamento de Bignona. La nueva oleada de violencia coincide asimismo con la temporada de la siembra; si siguen los ataques a los campesinos se corre el riesgo de una fuerte reducción de la producción agrícola. Antes de la guerra civil Casamance era una región próspera gracias a la agricultura y al turismo. Ahora en cambio una buena parte de sus habitantes depende de las ayudas humanitarias. La región está separada del resto del país por Gambia; actualmente no hay conexiones aéreas y navales entre Casamance y la capital senegalesa, Dakar, mientras tanto la autopista transgambiana cuanto la Bignona-Diouloulou están amenazadas por bandidos.
La cercanía de la región a Guinea Bissau, uno de los más importantes nodos del tráficos de cocaína de África occidental, pone a Casamance en la mira de los narcotraficantes, que están siempre a la búsqueda de territorios donde la fuerza de la ley es inexistente. (L.M.) (Agencia Fides 16/6/2009 líneas 32 palabras 467)


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